SI PROCURAN HACER EL BIEN, NADIE LES CREERÁ … por Sri Madhusudan Naidu

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TATTVA SAMEEKSHA

30 de marzo de 2019

«Nadie impedirá que ustedes hagan malas acciones, porque todos quieren tener pares a su alrededor. Pero si procuran hacer el bien, la gente no les creerá. Se reirán de ustedes. Los combatirán. Después, ustedes ganarán. La historia de la Universidad fue así: ignorados, ridiculizados, combatidos, y finalmente la voluntad de Swami prevaleció».

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Recién habíamos regresado de Gulbarga (la Universidad Sri Sathya Sai de Excelencia Humana). Muchos estábamos a la espera de que la Universidad comenzara a funcionar, porque durante muchos meses hubo demoras, obstáculos y dificultades. Y en un determinado momento, casi todos se habían dado por vencidos. Pensaban que era imposible, porque habían intentado todas las maneras posibles de hacerlo. Como se suele decir, «Una mentira da la vuelta al mundo mientras la verdad aún está poniéndose los zapatos». Todo lo que se decía a los funcionarios acerca de nosotros, de nuestro trabajo y de la Universidad, de un modo denigrante, los hacía pensar que no éramos tan buenos, porque es fácil aceptar la negatividad. Penetra rápidamente. Por eso todos los canales de TV y los periódicos venden todo el tiempo noticias negativas, porque son fáciles de vender; la gente las compra, en tanto que no compra fácilmente noticias, ideas y pensamientos que sean positivos. «¿Una universidad gratuita, donde no cobran nada, incluyendo la ropa y los libros? ¡No puede ser cierto!». Es difícil convencer, cuando hay que convencer de algo tan bueno como esto. Cuando dicen que es imposible, hasta cierto punto estamos de acuerdo. No es posible para «los demás». Solo para Swami es posible incluso pensar de esta manera.

El ministro de educación superior de Karnataka, Sri G. T. Devegowda, quien se reunió con nosotros en Gulbarga, compartió muy amorosamente la experiencia que había tenido con Swami durante los últimos 15 o 20 días. Antes de eso no había tenido relación con Swami, excepto por una o dos visitas a Puttaparthi, hace muchos años. Recientemente vino a Muddenahalli, experimentó la presencia de Bhagawan y resultó un hombre totalmente cambiado. El ministro siguió diciendo que había estudiado solo hasta octavo grado, después de lo cual no pudo continuar sus estudios debido a la situación en su hogar. Proviene de un medio pobre, en una aldea. Sin embargo, por pura casualidad fue elegido ministro de educación superior de Karnataka, paradójicamente sin tener estudios superiores. Dijo que le había avergonzado aceptar el nombramiento, porque los periódicos se mofaban del hecho y difundían el chiste de que el ministro de educación superior ni siquiera había terminado la escuela primaria. El ministro vaciló durante casi un mes, tratando de conseguir algún otro nombramiento, pero sin lograrlo. Dijo: «¡Hoy comprendo que fue Baba quien me hizo ministro de educación superior, a pesar de que carezco de educación superior, solo para hacer Su trabajo a través de mí!» Su corazón comprendió. Habló en términos muy elevados acerca de la Misión de Swami. Se dirigió a dos estudiantes que habían hablado antes que él, preguntándoles qué hacían sus padres, y se dio cuenta de que ambos provenían de medios muy pobres. Ahora esperan tener una educación que va a ser extraordinaria, única en el mundo en su clase, en términos de calidad académica más los aportes espirituales, intelectuales, sociales y emocionales que recibirán. El ministro no pudo tenerla en su momento, pero ahora está disponible para los más pobres entre los pobres, y él estaba impresionado.

A continuación habló Swami, y dijo: «El ministro de educación superior también estudió hasta octavo grado. Yo también estudié hasta octavo grado. ¡Por eso somos buenos amigos! (Risas) Pero él llegó a ser ministro de educación superior, y Yo llegué a ser el máster en educación superior! (Aplausos)

El ministro no estudió debido a su situación. En cambio, Swami no estudió por elección. Swami no pertenecía a este mundo. Tenía una misión que cumplir. Tenía una tarea determinada. Y se retiró de la escuela. El ministro abandonó la escuela; en cambio, Swami se retiró de la escuela, y logró lo que se propuso lograr. Creó universidades, institutos terciarios, escuelas; brindó educación tanto mundana como espiritual a muchísimas personas. En la forma sutil, es una capa más de complicación para las cabezas que piensan. Para los corazones que experimentan, no es un problema. Ellos comprenden rápidamente. De todos modos, toda la obra teatral que tenía que transcurrir ha transcurrido, y ha llegado hasta donde hemos llegado.

Un devoto quería hacer halwa (un dulce indio) para Swami, y hubo un corte de energía eléctrica. Finalmente, el devoto se quedó con un halwa a medio cocinar para Swami. El devoto dijo: «Aun cuando queremos hacer algo bueno para Ti, hay muchos obstáculos». Y Swami dijo: «Sreyāṃsi Bahuvighnāni Sambhavanti Padepade» (Incluso a las personas muy importantes les surgen muchos obstáculos cuando se disponen a hacer algo bueno). Nadie les impedirá a ustedes hacer malas acciones, porque todos quieren tener pares a su alrededor. Pero si procuran hacer el bien, la gente no les creerá. Se reirán de ustedes. Los combatirán. Después, ustedes ganarán. La historia de la Universidad fue así: ignorados, ridiculizados, combatidos, y finalmente la voluntad de Swami prevaleció.

Swami dijo: «Hoy, ¿qué universidad en el mundo piensa de este modo? ¡Hacer de un hombre, un hombre! ¿Cuántos se esfuerzan por hacer de un ser humano un ser con valores humanos? ¡Nadie! Esta es la universidad que tiene una diferencia. No procura hacer de un humano un humano; ¡los está convirtiendo en humanos excelentes! ¿Qué es un humano excelente? ¡Es equivalente a ser divino! Es perfecto en todos los aspectos. Estamos produciendo dioses. No es una educación para producir hombres. ¡Es una educación para producir dioses!

Es una transición. Antes aprendíamos cosas elevadas. Pero ahora, hemos llegado a ser lo más elevado de todo. Graduarse aquí significa llegar a ser Dios. Con este gran ideal se ha embarcado Swami en esta jornada, que está claramente definida, claramente demarcada, para un propósito totalmente diferente.

Regresamos del acto en Gulbarga abrumados, porque hemos visto la lucha, la paciencia, la perseverancia y la determinación de Swami. Él trabaja duro, como cualquier persona ordinaria. Hemos visto a personas adictas al trabajo. ¡Este es un Dios adicto al trabajo! Swami está pensando todo el tiempo en cómo mejorar la vida de las personas. Swami dijo bellamente: «Casi todos piensan después de hablar. En cambio, Yo pienso mucho antes de hablar».

Alguien dijo que es un milagro que la escuela se haya transformado en una universidad en el plazo de siete años desde que comenzara a existir, y por añadidura, en una zona remota y subdesarrollada de Karnataka. ¡En lo más lejos de lo lejano, esta transformación es un milagro! Entonces, Swami dijo: «Esto no es un milagro. Un milagro fue cuando Krishna decidió que Kuchela tuviera una mansión de tres pisos, de la noche a la mañana. Un milagro fue cuando Krishna decidió que la esposa de Kuchela fuera curada de sus enfermedades de la piel, hasta el punto que el mismo Kuchela no la reconoció. Eso es un milagro. Esto no es un milagro. Esto es trabajo duro. Esto es sacrificio. Esto es amor. Esto es la manifestación de todas estas cosas juntas, reunidas por los devotos, el personal y la gente, para hacer que esto suceda. Gulbarga no ocurrió cuando Swami lo decidió, y al día siguiente los edificios estuvieron listos. Hubiera sido una gran alegría, pero Swami no lo hace así. ¡Él arma todo ladrillo por ladrillo, parte por parte, por medio de todos nosotros, porque dice que no tiene un cuerpo, y nuestro cuerpo debe ser el suyo! Hace su trabajo a través de nosotros. Nos utiliza a todos nosotros, los que nos hemos ofrecido a Él, como instrumentos para hacer lo que quiere que hagamos. Cuando estábamos fracasando sin llegar a los resultados esperados, Él se puso a trabajar; nos levantó, nos sostuvo, nos dio fuerzas, nos alentó y nos motivó a seguir insistiendo y no abandonar nuestra fe. Esta es la clase de liderazgo que Swami nos ha dado.

Swami dijo que está todo bien si algunos no comprenden. Debemos lamentar su suerte. Paapam, no comprenden. (Swami usó esta palabra, «paapam» equivalente a «¡pobres!»). No odiemos a nadie. No juzguemos a nadie. Aceptémoslos con más compasión. Somos privilegiados, no muchos tienen esto. Está todo bien.

—Sri Madhusudan en «Tattwa Sameeksha» (30 de marzo de 2019), Sathya Sai Grama, Muddenahalli

 

(«Tattva Sameeksha» es una charla a cargo de eminentes oradores residiendo en el Ashram de Sathya Sai Grama, en Muddenahalli)

Esta es una traducción provisoria realizada por devotos voluntarios, como servicio de difusión. Las traducciones oficiales son efectuadas a su debido tiempo por la editorial Premamruta Prakashana, de Muddenahalli.