SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DEL VIERNES SANTO – por el profesor Anil Kumar – 8/4/2007

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SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DEL VIERNES SANTO
 
por el profesor Anil Kumar
Prashanti Nilayam, 8/4/2007
 
El Viernes Santo y la Pascua de Resurrección son muy importantes para todos los cristianos; de hecho, son los dos eventos más importantes en la historia humana. El Viernes Santo es el día de la crucifixión de Jesús el Cristo, el día en que abandonara Su cuerpo. Es un evento histórico. Jesús sangraba de Sus heridas, llevaba una corona de espinas y fue clavado en la cruz. La gente lo insultaba y condenaba.
 
Uno podría preguntarse por qué se le llama viernes ”Santo” (en inglés es aún más paradojal, porque se dice “Good” – bueno, genuino, beneficioso etc.) cuando conmemora un evento tan horrendo. Y ¿qué significa el Viernes Santo para aquellos de nosotros que no somos cristianos? Yo no soy cristiano. Ni me van a poner en una cruz. Entonces, ¿qué significa para mí?
 
Mis amigos, la cruz representa varios aspectos de la vida. Representa una combinación de dolor y placer, un cruce de caminos, el interrogante de ¿Ser o no ser? La cruz representa la carga, la pesadez y el dolor o el sufrimiento que todos enfrentamos en la vida.
 
Como humanos, tenemos nuestros problemas, nuestras dificultades. Todos sufrimos. Al igual que Jesús nunca se quejó, sino que cargó la cruz hasta el Calvario sobre Sus hombros, así deberíamos ser capaces de cargar la cruz de la vida. Deberíamos ser capaces de ponerle el hombro a la dualidad, a los altibajos, las angustias, las lágrimas de alegría y de dolor, por igual. También nosotros debemos cargar con esta cruz de la vida.
 
Debemos rendirnos, entregarnos, en nuestro sufrimiento …
 
Cabe notar que Jesús no fue crucificado por ningún desatino o equivocación que hubiera cometido. En aquellos días, la costumbre era crucificar a la gente por crímenes o pecados. Y, sin embargo, Jesús que era intachable, perfectamente ideal y totalmente Divino, fue crucificado. Fue una demostración de cómo mantener la ecuanimidad; es una prueba fehaciente de cómo sostener el equilibrio en la vida, de cómo aceptar las situaciones negativas y de cómo soportar el dolor.
 
La sociedad podría denigrarlos, podría condenarlos. Podrían sentir dolor, estar sobrecargados debido a la enormidad del peso de la cruz, y, sin embargo, continuar esforzándose. Continúar luchando, continúar marchando. Seguir avanzando, nunca retroceder.
 
En la senda espiritual en especial, luchamos. No es un lecho de rosas. No es una vida confortable, es una vida desafiante. En la vida material, están seguros del provecho o la pérdida; puede que sufran una pérdida hoy, pero recibirán una ganancia mañana. El éxito se basa en su inteligencia y su habilidad para administrar, maniobrar, manipular, la política y la conspiración. Pero en la vida espiritual, estas habilidades no nos llevan a ninguna parte. En verdad, la vida espiritual representa el verdadero desafío.
 
Piensen en los momentos en que se han sentido totalmente frustrados, abatidos y deprimidos, y todos los condenan. Nadie camina con ustedes, ni siquiera los miembros de la familia los apoyan, y no les queda esperanza alguna. Dios no viene a pararse frente a ustedes y a decir, ”Ven, Yo te voy a ayudar.” Él simplemente los deja lamentarse. La vida espiritual es un desafío. Tienen que continuar, seguir adelante, venga lo que venga; a pesar de las calumnias, los rumores, las acusaciones, las detracciones y la destrucción de imágen. Estas cosas suceden, inevitablemente, pero seguimos adelante.
 
Jesús miraba hacia el Padre, no a la gente a Su alrededor. No miraba hacia quienes lo atacaban, a la gente que lo condenaba, que lo crucificó. Miraba hacia lo alto y le rezaba al Padre Celestial. Eso es lo que debemos hacer hoy.
 
En cambio, en momentos de dificultad, decimos, ”¿Dios, ¿qué estás haciendo? ¿Estás de vacaciones? (Risas) ¿Qué estás pensando? ¿Qué pasa contigo? ¿Por qué no Me miras? ¿No tienes compasión? ¿No ves mi sufrimiento? ¿Eres insensible?” Estos son los cuestionamientos que se nos vienen a la mente cuando estamos sufriendo. Nadie de nosotros piensa, ”Oh Dios, esta es Tu decisión. Oh Dios, esto es designio de Tu voluntad. Este es Tu plan. Acepto todo lo que suceda. Que se haga Tu voluntad”.
 
Jesús en la cruz representa el espíritu de entrega, de rendición, recordándonos que el hombre ha de mirar hacia Dios a pesar de las dificultades, sean cuales fueren, a pesar de cualquiera y de todos los sufrimientos físicos, emocionales o mentales.
 
Debemos perdonar a aquellos que nos ofenden.
Jesús, no solamente no condenó a aquellos que eran responsables por su situación, sino que los perdonó. Oró, ”Oh Dios, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Jesús en la cruz representa el perdón.
 
Ustedes y yo tenemos un enfoque diferente. Si cualquiera dice algo en contra de nosotros, esperamos una oportunidad para resarcirnos con creces, ¡con interés compuesto! (Risas) No podemos tolerar la más mínima crítica, por lo que tratamos de ponerlo en su lugar. Queremos que todos acepten lo que nosotros sentimos, lo que nosotros hacemos, lo que nosotros decimos, aún cuando nos importa poco o nada lo que el otro piense. Jesús, en cambio, perdonó.
 
Nosotros no queremos perdonar, queremos ser perdonados. ¡Qué insensatez! Si cualquiera actuara o hablara en contra de nosotros, no estamos preparados para perdonarlo – ¡pero queremos que Dios nos perdone! ¡Si fuéramos tan inteligentes, no pensaríamos que Dios fuera tan poco inteligente! (Risas) Dios es más inteligente que ustedes o que yo – ¡y puede calcular mucho mejor! Dirá, ”¿Hasta qué punto han perdonado? ¿Cómo pueden esperar que Yo los perdone?”
 
No juzgues para no ser juzgado. Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. El perdón por mi lado será el primer paso en la esperanza de que Dios me perdone a mí. La comprensión por mi parte es más importante. Es un requisito preliminar que debo completar antes de que pueda esperar que Dios responda a mi situación.
 
Resumiendo: en un relato, el Viernes Santo nos entrega todas las lecciones importantes que el cristianismo ofrece. La historia de Jesús en la cruz nos enseña acerca del amor, el sacrificio, el sufrimiento humano, la entrega, la aceptación de la voluntad de Dios y el perdón.
 
Fuente: Charla del profesor Anil Kumar – 8/4/2007