TATTWA SAMEEKSHA (IV)
por Sri Madusudan Naidu
Muddenahalli, 27/5/2019
“Si esto no puede suceder aquí, no puede suceder en ninguna otra parte. Si no puede suceder ahora en este punto en el tiempo, entonces nunca podrá volver a suceder. Y si no puede suceder con ustedes y Conmigo, ¡entonces no puede suceder con nadie más!”
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Esta mañana, Swami estaba hablando con los voluntarios que habían participado en la Conferencia Global de Educación recién concluida en Sathya Sai Grama, Muddenahalli.
Swami dijo, “Si esto no puede suceder aquí, no puede suceder en ninguna otra parte. Si no puede suceder ahora en este punto en el tiempo, entonces nunca podrá volver a suceder. Y si no puede suceder con ustedes y Conmigo, ¡entonces no puede suceder con nadie más!”
Estas no eran declaraciones ordinarias. Si esta revolución en el campo de la educación, el cuidado de la salud, la espiritualidad e incluso en general, la vida humana no puede suceder ahora con Swami a nuestro lado y todos nosotros de Su lado, no puede suceder en ningún otro momento, de ninguna otra manera, en ningún otro lugar. Este es el mejor momento, lugar, situaciones y personas con quienes se puede hacer esto. Esta es una de esas declaraciones que Swami hace de vez en cuando. Realmente me estremece por dentro la profundidad, la intensidad y la magnitud de lo que Él está diciendo.
En los últimos días, he visto a oradores provenientes de muchas partes del mundo y se han realizado muchos esfuerzos para traerlos aquí porque nosotros, como la Universidad Sri Sathya Sai para la Excelencia Humana que se acaba de formar, somos demasiado nuevos para reclamar cualquier autoridad o superioridad sobre varias otras instituciones que tienen mil años de edad de donde la gente ha venido para esta conferencia. Sin embargo, Swami se atrevió a enviar invitaciones a los intrepidos en el campo de la educación basada en valores.
Incluso a la hermana Bhuvana, que fue enviada a encontrarse con personas de todo el mundo, ya fuera Estados Unidos, Australia, Malasia, Laos o Gran Bretaña; e invitarlos a venir a Muddenahalli para la conferencia, no hubiera creído que personas de este calibre y estatura llegarían hasta una pequeña aldea rural remota en la India por la convocatoria de una institución, que históricamente comenzó hace menos de un año; vendrán, participarán, deliberarán sobre un tema que es muy específico en su naturaleza. Si esta fuera una conferencia tecnológica o una conferencia de desarrollo rural, probablemente atraeríamos a más gente fácilmente. Estamos hablando de la Educación en Valores que la mayoría de los educadores están rehuyendo. Pero Swami tomó la decisión de llamar a la gente para abordar este tema en particular que, según Él, es lo más importante para construir un futuro mejor, y la gente vino. Mientras Swami interactuaba con ellos, Él no indagó de dónde venían, cuál era su calificación. Como un anfitrión amable, afectuoso y atento, preguntó si su estancia era cómoda y si necesitaban algo. Estaban conmovidos por la generosidad, la preocupación amorosa y humanitaria de Swami, a diferencia de otros anfitriones en todo el mundo. Esto los transformó. En cualquier otro lugar, quizás se dieran la mano, intercambiaran bromas y discutieran sus logros, pero aquí fue diferente. Y cada persona dejó el ashram como una familia, aunque él o ella fuera un extraño para Swami, para este sistema y para todos nosotros; como lo dijo un orador, “Vine como un extraño y me voy como una familia”. Ese es el tipo de transformación que ocurrió en sólo tres o cuatro días de su asociación con Swami. No sucedió porque Swami dio un discurso muy ennoblecedor y los enriqueció con algunas grandes teorías de la educación en valores, sino simplemente porque mostró tanto amor y preocupación por ellos, no solo cuando los estaba conociendo directamente sino también a través de todos los voluntarios, de todas las personas asociadas involucradas en las cosas del día a día.
Hoy, Swami dijo hermosamente a los voluntarios que, “una taza de café servida con una sonrisa cordial a los dignatarios, contribuirá en gran medida a cambiar el escenario de la educación en el mundo”.
Durante una visita al centro espacial de la NASA en 1962, el presidente John F. Kennedy notó que un conserje llevaba una escoba. Interrumpió su recorrido, se acercó al hombre y le dijo, “Hola, soy John F. Kennedy. ¿Qué estás haciendo?”
“Bueno, señor presidente”, respondió el portero, “estoy ayudando a Estados Unidos a poner a un hombre en la luna”.
Swami les dijo a los voluntarios, “Esto es lo que hicieron cuando sirvieron una taza de café con esa sonrisa, ayudaron a tener un impacto en el futuro de la educación en valores en el mundo. Ninguno de ustedes ha jugado un papel menor. Desde el ordenanza, a los que cocinaron y sirvieron, a los que organizaron el auditorio, a las personas directamente involucradas; todos ellos han participado de alguna manera en la creación de mejores valores basados en el futuro para los niños del mundo”.
Me sorprendió la forma en que Swami los hizo parte de eso. El hecho de que no estuvieran en el podio hablando por el micrófono, no significa que no fueran importantes para este esfuerzo. Todo el mundo participando es significativo porque lo que hicieron en alguna parte tocó los corazones de esos oradores; su amor, su preocupación les ha hecho comprender cuál es la filosofía de educación de Sai Baba, en lo que a la vida en general y el vivir se trata.
Una oradora insistió en reunirse con Swami antes de partir. Swami compasivamente le permitió venir y expresarse. Ella dijo que nunca habia visto otro lugar donde la gente fuera tan amorosa y cariñosa. Todos fueron tan humildes, con tanta sencillez, con una sonrisa en su cara ellos nos han cuidado. Ella dijo que le había conmovido tanto. Y Swami estaba muy orgulloso.
Swami dijo, “No les enseño mucho. ¡Pero les he dicho que si quieren servirme, deberían servir a todos! Y si quieren amarme, ¡deberían amar a todos! En cada individuo, estoy Yo y sólo Yo. Entonces, si sirven bien a una persona, deben saber que el servicio ha llegado a Mi. ¡Esto es todo lo que le he enseñado a Mi gente aquí y esto es todo lo que están practicando! Cuando te encontraron, realmente no te encontraron a ti. Ellos se encontraron Conmigo en tu forma y es por eso que fueron tan amorosos y cariñosos porque querían servirme de la mejor manera posible al servirte a ti”.
Cuán simple puede ser la espiritualidad. ¿Se puede simplificar aun más, es la pregunta? Véanme a Mi en todos, sírvanme a Mi en todos y ámenme a Mi en todos. Este es el fin de todas las lecciones espirituales que uno puede alguna vez aprender.
– Sri Madhusudan Naidu en ‘Tattva Sameeksha’ (27 de mayo de 2019), Sathya Sai Grama, Muddenahalli
(‘Tattva Sameeksha’ es una sesión de Charla de eminentes oradores a los residentes del Ashram de Sathya Sai Grama en Muddenahalli)
Fuente: Sri Sathya Sai Vrinda