VISITA DIVINA – Universidad Sri Sathya Sai para la Excelencia Humana (SSSUHE), Gulbarga – 11 de diciembre de 2019 (Día 4)
Por la mañana – Visita Divina al albergue de chicas
Swami fue escoltado desde el edificio Pentagonal con la procesión de cánticos de Vedam y lámparas. El programa comenzó con la invocación védica de las estudiantes que cantaron el Gayathri Ghanapatam, seguido por un discurso de bienvenida de la Sra. Shwetha, profesora de química de la Universidad. La primera estudiante conferenciante, la hermana Varsha Verma, de tercer año, BSc, habló sobre su jornada con Sai. La música es la manera más simple y fácil de llegar a Dios. Las estudiantes ofrecieron un bouquet de canciones a los Pies de Loto de Bhagavan. Fue un hermoso espectáculo ver al Señor del Universo inmerso en la dicha mientras escuchaba conmovedoras canciones. Esto fue seguido por dos discursos de las estudiantes del último año de bachillerato – Geetanjali y Vaishali, compartiendo acerca de su transformación que trajo paz no sólo a ellas sino también a sus familias.
Las estudiantes del último año ofrecieron una presentación en Power Point a Swami sobre su entrenamiento de internado en Gadag. Esto fue seguido por un discurso de otra estudiante, Hema de segundo año de BSc, que ofreció su gratitud al Señor en sánscrito, y la ofrenda de poemas de la hermana Navya Sai Sirisha, de primer año de BA. A continuación, Bhagavan pronunció Su divino discurso.
Explicó que el amor que está floreciendo en nosotros por Él es el resultado de la semilla sembrada por Swami en muchos nacimientos previos. Recordó a todos que comieran bien porque el cuerpo es el templo de Dios, y Él vive en nosotros sólo cuando estamos sanos. Como una madre, hizo entender que las vitaminas, el calcio y el hierro son muy importantes para el crecimiento de las niñas. Al final de Su discurso, permitió que las estudiantes hicieran preguntas y respondió a todas ellas con mucha paciencia. Cuando una estudiante preguntó acerca de los Chakras, dijo que para llegar a ser Dios no necesitamos usar ningún Tantra, Mantra o Yantra, pero debemos tener Prema (Amor divino) en nuestros corazones. Cuando le preguntaron sobre cómo conseguir el equilibrio correcto entre Seva y Sadhana (servicio y práctica espiritual), explicó que a los 20 años de edad nuestra Sadhana debe ser del 20% y Seva el 80%. Si tenemos 80 años, la Sadhana debería ser del 80% y Seva el 20%. En nuestro sistema, el plan de estudios está muy bien diseñado para que nuestra Sadhana y Seva vayan de la mano. Swami también aclaró dudas con respecto a los sueños, encarnaciones de Dios y otros temas. Luego tomó Su almuerzo y distribuyó helados a todos. Después de recibir el Arati, partió del albergue de las chicas, de vuelta a Su residencia. Todas las hermanas tuvieron un día maravilloso con su Maestro y fue realmente una bienvenida a casa.
Satsang de la tarde
El ritmo de la música llenó el ambiente de paz y amor. Cada Bhajan fue cantado con sentimiento y todos esperaban ansiosamente la llegada del Señor. Swami entró en la Sala de Oración, dio la vuelta para bendecir, sonriendo, asintiendo con la cabeza, recibiendo cartas y agraciando a todos. Firmó cuadros y dibujos de los estudiantes y habló a los estudiantes y a los mayores, trayendo consuelo a todos. Ya sentado en Su trono, leyó cada carta con amor y preocupación, mientras disfrutaba de cada pulso de los Bhajans que estaban siendo ofrecidos. Las muchas ofrendas musicales de los estudiantes trajeron bienaventuradas sonrisas al dorado rostro de Bhagavan mientras cerraba suavemente Sus ojos.
Después de esto, la hermana Lakshmi K, antigua directora del Campus de Jayapura para niñas y actual directora de las chicas de la Universidad, habló sobre su transformación, su gratitud y sus experiencias con el Señor. Compartió cómo Swami cuidó de todas y cada una de las oraciones que ella hizo, y la entrenó todo el tiempo para convertirse en un digno instrumento en Su divina y vasta misión. Luego de la charla de la hermana Lakshmi K, Bhagavan dijo que una vez ella le había rogado tener la oportunidad de hablar sobre la transformación de su vida, y ahora que finalmente la tuvo, habló sólo de Swami porque lo mantiene como el centro de su existencia. Dijo que uno no debería ver el Pathra sino que debería ver el Padartha, experimentar y luego comprender. “Ya sea que un vaso esté hecho de oro, plata, cobre o acero, es el agua la que apaga nuestra sed, no el vaso; de la misma manera, las formas pueden ser muchas, pero el amor interior es el que debe ser probado, porque es este amor lo único que puede hacernos felices y no las formas. Este amor nunca podrá ser explicado, sólo experimentado. Los nombres y las formas de Dios son muchas, pero el amor es uno. Una vez que experimentemos a Dios, todas las dudas desaparecerán”. Swami dijo que siempre debemos rezar para experimentar a Dios.
Dios responde a Sus devotos de la misma manera que el devoto le reza a Él. Para explicarlo y hacer que los niños más pequeños lo entiendan, narró la historia de Jambhavan de la epopeya del Ramayana. Swami relató que una vez Jambhavan tuvo el deseo de luchar con el Señor Rama sólo para saber si podía derrotarlo, pero nunca le dijo una palabra sobre eso a Rama. Como Krishna, el Señor cumplió el deseo de Jambhavan al luchar con él durante 18 días por la joya de Shamanthaka. Cuando Jambhavan se dio cuenta de que era Rama mismo, se entregó a Él. Entonces dijo, “la gente sigue probando al Señor, queriendo que continuamente demuestre que Él es Dios, pero una vez que entendemos que Él es Dios no debemos probarlo una y otra vez, porque si Dios decide probarnos nadie puede pasar Su prueba. Dios no debe ser probado, Él debe ser experimentado. Al beber sólo una cucharada de agua de mar, llegamos a saber que es salada, no hay necesidad de beber toda el agua del mar. Lo mismo sucede con Dios. Hay que sentirlo, experimentarlo y hacerlo el centro de nuestra vida”.
También instruyó a todos a cuidar de su salud, ya que sólo cuando el cuerpo está en forma podemos convertirnos en un verdadero instrumento en Su misión de Dharma. Después de que Mangala Arati fuera efectuado por los estudiantes de la Universidad, Swami bendijo el Prasadam que fue distribuído a todos, y se retiró por la noche después de la cena.
Fuente: Sai Vrinda