UNA ENTREVISTA CON SAI BABA – “Sólo veo Luz y Amor” – por P.F Sloan

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UNA ENTREVISTA CON SAI BABA

“Sólo veo Luz y Amor”

por P.F Sloan

Fue en mi segunda visita para ver a Sai Baba que se me concedió una conversación privada con él. Estas son llamadas entrevistas. Casi todos los días, Baba elegía un grupo de personas para reunirse en una habitación pequeña. Escogía a todo tipo de personas de todos los ámbitos de la vida y de diferentes países. No podías hacer una cita para hablar con Él. Presidentes y estrellas de cine. ¡Él hacía la elección! Todos querían esta entrevista, pero yo estaba bastante atemorizado tan solo de pensar en ella.

Baba generalmente preguntaba a la gente: “¿Qué quieren?” Y realmente no lo sabía. Sabía que no quería ser forzado a una situación en la que hablaría como un loro por temor y diría “¡Quiero la iluminación! ¡La iluminación por sobre la buena salud o la riqueza!” Verdaderamente no sabía lo que quería. Esa noche se me acercó en un sueño y me dijo: “Sé que estás asustado, no lo estés. Te mostraré ahora mismo todo lo que ocurrirá en la entrevista. ¡Y no te haré preguntas!”. Me dijo que dos personas estaban volando desde Los Ángeles, Dave y Barbara Lambert. Después de haber estado allí por unos pocos días, ¡invitó a nuestro grupo a un encuentro!

Fiel al sueño, eso es lo que sucedió.

Mantuve abierta la puerta de su pequeña habitación y dejé que todos los miembros del grupo entraran primero. Ascendían a unos cuarenta. Me senté en la parte de atrás de la habitación, casi escondiéndome. Se sentó en una silla y nos cantó una canción: “El amor es mi forma, la verdad es mi nombre, la bienaventuranza es mi alimento”. Me llamó para que me sentara frente a Él. Luego me preguntó si por favor no le daría un masaje en los pies. Comencé a masajear suavemente Sus pies mientras contaba historias y hacía preguntas a ciertas personas.Vi mientras agitaba Su mano y apareció una pluma de oro. Me la mostró y me preguntó si me gustaba. Dije que parecía una buena creación. Él estuvo de acuerdo. Se la dio a un estudiante indio que estaba sentado a su izquierda y lo palmeó levemente en la cara. Luego “creó” un paquete de píldoras azules que arrojó a una de las mujeres de nuestro grupo. Me dijo que ella no lo sabía, pero que iba a tener terribles dolores de estómago más tarde ese día, y que debíamos darle estas pastillas junto con mango fresco. “Después de 3 días ella estará bien”, dijo. Unos diez minutos después de la entrevista, Jenny colapsó.

Nos invitó a un grupo de 6 personas, sin incluirme a mí, a ir a otra habitación contigua. Mientras el grupo más grande esperaba, Baba abrió una cortina y nos sentamos en la pequeña habitación. Se sentó en una silla vieja, y esto era cuando Él usualmente preguntaba a la gente qué querían. El grupo, 3 mujeres y 3 hombres, se quedaron en silencio. De repente recordé esta parte de mi sueño que había tenido con Baba. ¡Me estaba observando como un maestro de escuela impaciente, esperando que dijera algo!

Le dije a Baba: “¿Puedo hacerte una pregunta?” Él dijo: “Sí, ¿qué es?” Pareció que una expresión de alivio cruzó por Su rostro. Como que me estaba diciendo: “¡Ya era hora, Phil!” “¿Qué ves cuando me ves?”, le pregunté.

Baba miró a toda la gente sentada allí en un estado de rigidez, y dijo: “Veo sólo Luz y Amor”. Su respuesta pareció transmitir afecto hacia todos y entré en otro estado mental; no escuché nada más hasta que nos juntamos con el grupo más grande.

Baba me dio 18 paquetes de Vibuthi, y todos los demás recibieron puñados. Luego todos salieron por la puerta menos yo. Me quedé allí solo con Baba. Sólo miraba a Sus ojos y Él a los míos. Cuando de repente dijo: “Sí, ¿qué es?”

No quería nada material de Baba en ese momento, me di cuenta. ¡Sólo quería saber que Él era real! “Sí”, volvió a decir. Sonreí y le mostré éste pequeño anillo de plata de Shirdi Sai Baba que se había roto recientemente.

Sin saber cómo preguntarle directamente si me lo arreglaría, dije en cambio: “Baba, mira este anillo, ¿qué hago con él?” Lo miró y respondió bromeando algo que nunca esperé. “Si yo fuera tú, me lo quedaría”, dijo.

Estuve a punto de estallar en carcajadas, pero me contuve cuando Él me acompañó a la puerta y sentí que la cálida luz del sol desaparecía en una luz mayor dentro de mí.

Fuente: de la entrevista con Sai Baba, por Phil Sloan