LA SAGA GLORIOSA DE SHANKARA – por Bhagavan Sri Sathya Sai Baba

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LA SAGA GLORIOSA DE SHANKARA
 
por Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
 
7/9/1996
 
Cuando se frota la rama de un árbol contra otra rama, incesantemente, surge fuego de ambas.
 
Cuando baten repetidamente la leche cortada obtienen manteca y, a partir de ella, manteca clarificada.
 
(Poema Telugu)
 
Mediante la perseverancia puede lograrse cualquier cosa, dice un antiguo proverbio. El Gita declara que, gracias a la práctica repetida, uno adquiere la sabiduría que conduce finalmente a Thyaga (la renuncia). Cada actividad en la vida está basada en la práctica.
 
Del mismo modo, para realizar lo Divino, la práctica constante es necesaria. La mera repetición del nombre del Señor no es suficiente.
 
La devoción debería expresarse en forma de servicio social.
 
Cualquier servicio realizado teniendo en mente el bienestar social, se convertirá en servicio a Dios.
 
“El Ser único habita en un sinnúmero de cuerpos como la manteca en la leche, el aceite en las semillas de thil, la fragancia en una flor, el dulce jugo en una fruta y el fuego en un haz de ramas”, dice un shloka sánscrito. Ésta es la verdad proclamada por el Vedanta.
 
En la actualidad, los jóvenes modernos, al no comprender esta verdad, están malgastando sus vidas en toda forma posible.
 
# La doctrina de Advaita
 
Adhi Shankara demostró que, bajo todas las formas, nombres y cualidades, hay una realidad básica; y sólo ella es real e inmutable.
 
Ésta es la doctrina de Advaita (No dualismo). De una semilla de mango proviene un árbol con ramas, hojas, flores y frutos; cada uno con distintas formas y usos. Pero esta variedad manifestada le debe su existencia a la semilla de la cual surgió el árbol. Ésta fue la verdad que Krishna declaró en el Gita cuando dijo: “Beejam mam sarvabhoothanam” (Yo soy la simiente que es el origen de todos los seres). Todas las cosas en el universo son manifestaciones del Uno Divino.
 
Ayer relaté la historia de cómo Adhi Shankara se hizo Sanyasin a una edad temprana y llegó hasta su Gurú, Govinda Bhagavatpada. El preceptor de Govinda era Gaudapadha. Gaudapadha clasificó los Riks en el Rig-Veda, que proclamó el carácter único de lo Divino.
 
Shankara recibió esta enseñanza de Govinda Bhagavatpada y dominó todos los Vedas y Shastras a la edad de catorce años. La búsqueda seria del conocimiento conduce a la comprensión total (Jnana).
 
# El debate de Shankara con su preceptor
 
Un día, para poner a prueba la maestría de Shankara en las Escrituras, Govinda Bhagavatpada inició un debate filosófico con él. Era un debate entre el preceptor y el discípulo. Shankara estaba lleno de humildad y reverencia hacia el Guru. Por eso, antes de entrar en el debate se postró ante el preceptor y le pidió permiso para discutir con él. Con la autorización del Guru, él comenzó su argumento con una habilidad asombrosa y, con la debida autoridad basada en las Escrituras, demolió las proposiciones del preceptor, le presentó sus opiniones de acuerdo con las autoridades Védicas con la debida consideración por la comprensión secular, y mostró cómo la senda interna, Nivritthi, podía ser armonizada con la senda externa, Pravritthi.
 
Shankara estaba sumamente perturbado por la conducta de los grandes eruditos védicos de esa época, quienes se interesaban más en hacer dinero gracias a su erudición que en obtener sabiduría espiritual de las Escrituras. Ellos olvidaron que el conocimiento no debía ser usado para propósitos comerciales. Incluso ahora, muchos estudiantes consideran la educación como un medio para ganarse la vida. Esto es absolutamente incorrecto. Uno debería trabajar para ganar el sustento. Pero el conocimiento ha de buscarse con el fin de adquirir sabiduría. Shankara aspiró a producir un cambio en el uso del conocimiento de las Escrituras.
 
¿De qué sirve la adquisición de todo tipo de conocimientos si uno no piensa en Dios y no usa las manos para la adoración de lo Divino?
 
Semejante conocimiento es mero desperdicio.
 
La conducta de los eruditos le causaba a Shankara profunda aflicción. Su preceptor, Govinda, notó la tristeza de Shankara. El Guru de Govinda Bhagavatpada, Gaudapadha, también se sentía infeliz por el estado de las cosas. Los sentimientos sublimes del joven Shankara regocijaban a ambos. Los dos comprendieron que Shankara estaba mejor calificado para usar las enseñanzas sagradas de los Vedas con el propósito de combatir las tendencias perversas e inmorales que prevalecían en la sociedad. Llamaron a Shankara y le dijeron: “¡Hijo! Ya no es necesario que permanezcas aquí. Parte hacia Kasi (Varanasi), mañana.
 
Debes encontrarte con grandes pandits (eruditos en las Escrituras) allí y propagar la doctrina al mundo entero. Nadie más puede llevar a cabo esta misión”.
 
Hoy los estudiantes deben comprender que son los instrumentos más poderosos para rectificar todos los males que se han desatado en nuestra sociedad actual.
 
# El viaje de Shankara a Kasi
 
Con el permiso de los dos preceptores, Shankara partió hacia Kasi. En aquellos días no se disponía de medios de transporte.
 
Shankara tuvo que recorrer a pie todo el trayecto hasta Benarés. El muchacho de dieciséis años reunió a sus discípulos y partió hacia Kasi. En el camino vio a un Pandit sentado bajo un árbol, aprendiendo de memoria las reglas de la gramática. En ese momento, Shankara comenzó a componer el famoso himno “Bhaja Govindham”. (Swami recitó la primera estrofa del Bhaja Govindham).
 
“¡Hombre necio! ¿Por qué te enfrascas en las reglas de la gramática?
 
Ellas no te salvarán cuando la muerte golpee a tu puerta. En lugar de eso, ¡adora a Govinda!”. En el momento de la muerte, nada ni nadie seguirán al alma que parte cuando ésta deja el cuerpo.
 
Sólo la remembranza del nombre del Señor los acompañará en todo instante. Shankara le aconsejó al pandit recitar el nombre del Señor, en vez de memorizar las reglas de la gramática.
 
Después de enseñarle esta lección, Shankara siguió viaje hacia Kasi con sus discípulos. Las enseñanzas de Shankara se estaban extendiendo a lo largo y a lo ancho del país. Los pandits de Benarés hicieron arreglos para una gran asamblea de eruditos en la ciudad sagrada.
 
# Shankara y los eruditos
 
Muchos eruditos se habían congregado allí con todas sus galas.
 
Nada faltaba en términos de ostentación en esa asamblea. Shankara entró vestido de un modo simple, con un dhoti que lo cubría hasta las rodillas y una toalla sobre los hombros. Al verlo, los pandits parecieron sentir que todo era una broma. Algunos de ellos señalaron: “Ni siquiera lleva un Rudhraksha mala (rosario de semillas). Un pandit debe tener una figura imponente. ¿Qué nos puede decir este joven imberbe?” Se dirigieron a él de este modo: “Nos hemos enterado de que eres experto en todos los Vedas y los Shastras, una autoridad en gramática y lógica, y un gran exponente de la doctrina Advaita”.
 
Entonces Shankara cantó las canciones de Bhaja Govindham, que señalaban la naturaleza transitoria de la riqueza material y exhortaban a todos a renunciar a los deseos mundanos. Declaró que los pandits debían ser ecuánimes y abandonar el deseo de riquezas, las cuales son el resultado de las propias acciones.
 
“Abandonen la sed de dinero. Desarrollen sed de Dios”, declaró Shankara en forma enérgica. Luego hizo una exposición magnífica sobre la metafísica del Advaita.
 
Todos los pandits y sus discípulos quedaron pasmados ante la exposición del joven Shankara. Comprendieron que tenían ante sí a un ser que no sólo era un gran maestro sino que además practicaba lo que enseñaba. Esta unidad de pensamiento, palabra y acción es el rasgo distintivo de la grandeza. Shankara era la misma encarnación de la unidad y la pureza de pensamiento, palabra y acción.
 
Muchos pandits se pusieron de pie y acosaron a Shankara con preguntas. Él respondió a todas con absoluta facilidad. Declaró que Advaita significa la unidad del espíritu, y la conciencia de esta unidad es verdadero Jnana (sabiduría). Sólo la sabiduría espiritual es verdadera sabiduría. Declaró que los pandits de ese tiempo no poseían esa comprensión.
 
# La exposición de Advaita
 
Shankara señaló que, aunque los nombres y las formas podían ser muchos, el Ser es sólo uno. Ese Ser reside en el corazón de cada uno. Exhortó a los pandits a purificar sus corazones y seguir los dictados de la conciencia. Dejó bien en claro que los credos podían variar pero que Dios es uno.
 
Instó a los pandits a contentarse con ingresos moderados y no anhelar riquezas. El conocimiento vasto y los deseos mezquinos no van bien juntos.
 
Los estudiantes deben tomar conciencia de que un joven muchacho nacido en Kaladi trajo grandeza a Kerala y a Bharat.
 
Los estudiantes deben cultivar valores humanos como amor, compasión, rectitud y verdad, y volverse verdaderamente humanos.
 
Cada estudiante debe esforzarse por llevar una vida ideal como Shankara.
 
En este contexto, quisiera mencionar que en el Bhaja Govindham, Shankara recomienda la renuncia a todos los apegos mundanos. La gente quizá sienta que Swami les está dando a los estudiantes estas enseñanzas no terrenales. Esto no me preocupa, porque lo que estoy diciendo es la verdad. ¿Acaso se adquiere la renuncia tan fácilmente? No. Las personas que han estado escuchando Mis enseñanzas durante años no han cambiado en lo más mínimo. Imaginar que un solo discurso va a producir gran cambio es una fantasía. Sólo unos pocos afortunados experimentan semejante transformación. Si el verdadero renunciamiento es promovido en alguien, no puede haber mayor bendición que esa.
 
La cercanía a Dios inspirará el espíritu de renuncia, incluso sin que uno sea consciente de ello. En esa renuncia reside la satisfacción.
 
Y así uno redime su vida.
 
– Discurso Divino pronunciado en el Sai Kulwant Mandap, el 7-9-1996.
 
Fuente: Mensajes de Sathya Sai, Volumen 29 Cap. 43