CELEBREN UGADI PURIFICANDO SU CORAZÓN – por Bhagavan Sri Sathya Sai Baba

      Comentarios desactivados en CELEBREN UGADI PURIFICANDO SU CORAZÓN – por Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
CELEBREN UGADI PURIFICANDO SU CORAZÓN
 
por Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
 
13/4/2002
 
¡Encarnaciones del Amor!
 
Este día, la gente se levanta temprano, toma un baño sagrado, se pone ropas nuevas y comparte dulces y otros varios platillos deliciosos. Están interesados solamente en la limpieza externa y no se preocupan por purificar sus corazones que están manchados por malos pensamientos y malos sentimientos. Es bien fácil tener limpieza externa y ponerse ropa nueva, pero ese no es el propósito de la celebración de los festivales. La verdadera celebración de Ugadi está en desechar las malas cualidades y purificar el propio corazón. El corazón humano en su estado prístino es altamente sagrado y el nacimiento como ser humano es muy difícil de lograr. “De todos los seres vivientes, el nacimiento humano es el más raro.” (Janthunam Narajanma Durlabham). Habiendo alcanzado una vida tan preciosa, el hombre no está haciendo esfuerzos por vivir como un verdadero ser humano. Hoy en día él se ha vuelto un fajo de deseos. Está acosado por los deseos y el ansia de que se cumplan cada día. Está bajo la equivocada noción de que el cumplimiento de sus deseos le conferirá felicidad. Debería darse cuenta de que sólo la aniquilación de los deseos lo llevará a la bienaventuranza última. La verdadera felicidad está en no tener deseo.
 
¡Encarnaciones del Amor!
 
Han pasado muchas edades y el mundo ha sufrido muchos cambios, pero no ha habido transformación en el corazón humano. El campo de la educación ha hecho rápidos avances. La gente piensa que la educación lleva a la transformación pero sólo ha aumentado la confusión. En vez de producir una transformación del corazón, la educación moderna ha dado lugar a la perversión. El hombre no está aprendiendo lo que se supone debe aprender. Está desperdiciando su vida como ser humano cultivando cualidades bestiales y cometiendo acciones demoníacas. Esto es contrario a nuestra antigua cultura. La cultura de Bharat (India) pone gran énfasis en la unidad subyacente en la diversidad. Quiere que comprendamos este principio de unidad y trabajemos por nuestra propia redención. Pero, hoy en día, por un lado, hay mayor número de los llamados eruditos e intelectuales que fragmentan la unidad en diversidad, y, por el otro, el número de nobles almas que visualizan la unidad en la diversidad está declinando. ¡Es desafortunado que los bharatiyas mismos no hayan comprendido cuán sagrada y noble es su cultura! El modo de vida bharatiya se preocupa por el bienestar de todos. Encuentran plenitud en dar felicidad a los demás. El hombre de hoy carece de tal amplitud de mente. No es capaz de darse cuenta de sus nobles cualidades innatas y de experimentarlas …
 
Los antiguos sabios y visionarios destacaban la necesidad de la unidad y cooperación entre los seres humanos. Pero ese espíritu de unidad está faltando en la sociedad moderna. En estos días, no hay unidad inclusive entre los miembros de una misma familia. La unidad es la esencia de la vida humana. Sólo por medio de la práctica de la unidad puede uno lograr la meta de la vida humana. Este divino principio de la unidad es olvidado hoy en día.
 
¡Oh, sagradas almas de Bharat!
 
Hasta ahora, nadie ha sido capaz de comprender a cabalidad el valor de la cultura india. Los bharatiyas han sido provistos de ilimitados potenciales, pero están inconscientes de su fuerza poderosa. El hombre aspira a la felicidad. A fin de alcanzar la bienaventuranza duradera, él estudia los textos sagrados, escucha los discursos de nobles almas, emprende peregrinajes y realiza varias prácticas espirituales como las austeridades, la meditación, etcétera. Pero ninguna de éstas le confiere bienaventuranza. Cada ser humano tiene cinco envolturas: la envoltura del alimento (annamaya kosha), la envoltura del aire vital (pranamaya kosha), la envoltura mental (manomaya kosha), la envoltura de la sabiduría (vijñânamaya kosha), y la de la bienaventuranza (ânandamaya kosha). Aunque el hombre tiene esa envoltura de la bienaventuranza dentro de sí, es incapaz de experimentarla. No hay traza de bienaventuranza en él. La felicidad que el hombre deriva de las comodidades mundanas es limitada. Es una total necedad el pensar que los bienes, posesiones, comodidades y conveniencias mundanas le confieren alegría ilimitada. Ninguna de éstas puede darle verdadera felicidad. La verdadera felicidad no tiene límites. ¿Cómo puede alcanzarse? No puede lograrse desde afuera, se origina en nuestro corazón. El corazón es el lugar donde mora Dios. Para experimentar felicidad verdadera, el hombre debe desarrollar una fe firme. Donde hay fe, hay amor. Sólo cuando el hombre tiene amor dentro de sí es que puede practicar la rectitud. La rectitud lleva a la verdad, la cual, a su vez, conduce a Dios. Sólo Dios puede conferirnos bienaventuranza. Dios es la base de la bienaventuranza. La verdad es la base de Dios. La rectitud es la base de la verdad. El amor es la base de la rectitud. La fe es la base del amor. Pero el hombre de hoy no tiene fe dentro de sí. El que carece de fe (vishvâsa) puede ser comparado a alguien sin aliento (svas). Significa que uno que carece de fe es igual a un cadáver viviente. Los antiguos sabios y visionarios enfatizaban la necesidad de tener fe. Pero hoy en día, la gente se ha vuelto ciega al haber perdido los ojos de la fe. ¿Cuáles son los dos ojos del hombre? Uno son las escrituras (shastras) y el otro, la rectitud (dharma). Pero hoy en día, hasta los brahmines que se supone deben estudiar las escrituras las están descuidando …
 
En lugar de cumplir con sus deberes, el hombre de hoy está desperdiciando su vida en objetos ruines. En consecuencia, es incapaz de disfrutar siquiera de una fracción de paz y felicidad.
 
La gratitud es la virtud más fundamental del hombre. El que carece del sentido de gratitud puede llamarse ciego. No importa quien sea, uno debe siempre permanecer agradecido con su benefactor. Debe mostrar gratitud aun sin importarle la propia vida. Dios está ayudando al hombre de tantísimas maneras, pero el hombre no le demuestra su gratitud. Está todo el tiempo dedicado a fines egoístas. ¿Cómo puede una persona tan tonta ser llamada un ser humano? ¿Qué es la espiritualidad (adhyatmika)? No es sólo contemplar el Espíritu primordial (Âdi Âtma). La espiritualidad está en destruir la naturaleza bestial y en elevarse al nivel de lo Divino. Pero en lugar de ascender a la Divinidad, el hombre está degenerando en la animalidad. Él ha olvidado el principio de la espiritualidad. Está celebrando festivales sólo para comer dulces y desperdiciando su tiempo en pomposidad. Debe reflexionar sobre la significación interna de cada festival y celebrarlo de manera significativa. Debería tener fe total de que él no es un simple ser humano, sino de que Dios está dentro de él. Sólo entonces podrá dominar la naturaleza animal en él. Como el hombre ha olvidado su naturaleza humana, se ha vuelto bestial. Pueden pertenecer a cualquier país, religión, raza, casta y sexo, pero deben aferrarse firmemente a su humanidad, a su cualidad de humanos. No desperdicien su tiempo teniendo metas egoístas en mente …
 
Uno no debe nunca causar inconveniencia a Dios en nombre de la devoción. Si le causan disgusto a Dios, esto se reflejará sobre ustedes. La felicidad de Dios es su felicidad y viceversa. Deben comprender la unidad de ambos. “Dios y yo somos uno”. Desarrollen tal espíritu de unicidad. Hoy en día, la mayoría de los devotos son egoístas. Sólo practican svartha bhakti. Están preocupados por su propia felicidad y no la de Dios. Dios es la personificación del amor, ese amor divino está presente en todos. Deben velar porque su amor sea siempre puro y compartirlo con todos los demás. Esto es lo que Dios espera de ustedes …
 
¡Encarnaciones del Amor!
 
Hoy es el Día de Ugadi, el inicio del Año Nuevo. Desde tiempos antiguos, el hombre ha celebrado muchos Ugadis, pero aún le falta desechar sus cualidades negativas. El verdadero Ugadi es el día cuando el hombre desecha sus malas cualidades, llena su corazón de amor y toma el camino del sacrificio. No limiten la celebración de Ugadi a meramente ponerse ropas nuevas y comer deliciosos platillos …
 
Adi Shankara dijo:
 
Punarapi Jananam Punarapi Maranam
 
Punarapi Janani Jatare Shayanam
 
Iha Samsare Bahuvistâre
 
Kripâya Pâre Pâhi Murâre
 
¡Oh Señor! Estoy atrapado en este ciclo de nacimiento y muerte y una y otra
 
vez, experimento el dolor de yacer en el útero de la madre.
 
Es muy difícil cruzar este océano del samsara.
 
Por favor, ¡ayúdame a cruzar este océano y otórgame la liberación!
 
Shankara era un gran sabio y estaba muy versado en todas las formas de conocimiento, no obstante propagó el camino de la devoción. Una vez, cuando iba al río Ganges con su discípulo, él notó a una persona sentada debajo de un árbol tratando de aprender de memoria los conceptos de la gramática de Panini. Estaba repitiendo ‘Dukrin Karane’. Shankara, que en ese entonces era muy joven, se apiadó de él. Se le acercó y dijo:
 
Bhaja Govindam, Bhaja Govindam
 
Govindam Bhaja Mûda Mathe
 
Samprapte Sannihite Kale
 
Nahi Nahi Rakshati Dukrin Karane
 
“Oh, hombre necio, canta el nombre de Govinda, las reglas de gramática de
 
Panini no vendrán a tu rescate cuando el fin se acerque”.
 
Shankara escribió muchos textos vedánticos, pero ultimadamente, él también tomó el camino de la devoción. El cantar el nombre de Dios o namasmarana, es el camino más fácil para la liberación. Esa fue su enseñanza. Hoy en día hay muchas personas haciendo namasmarana pero no están experimentando su esencia. ¿De qué sirve volver a nacer una y otra vez? Muchas cosas están teniendo lugar en este mundo. El hombre está realizando varias tareas y sufriendo muchas experiencias. Pero, ¿de qué sirve todo esto? si es incapaz de disfrutar de la bienaventuranza duradera.
 
Ni por la riqueza ni por la acción, ni el estudio de los textos, ni por la visión (darshan), el contacto (sparshan) y la conversación (sambasham) con almas nobles puede el hombre llegar a la bienaventuranza eterna. Él puede visualizar la manifestación de Dios y experimentar la bienaventuranza sólo cuando purifique su corazón. Amen a todos.Tengan fe de que Dios está presente en todos. Hagan a cada uno feliz. Sólo entonces pueden lograr la felicidad. Es imposible para ustedes alcanzar la felicidad sin hacer felices a los demás.
 
En este día de Ugadi, tomen una firme resolución de purificar su corazón. El pasado es pasado. No puede ser recuperado. Cuando van caminando por la carretera, deben mirar hacia delante. ¿Cuál es la utilidad de mirar hacia atrás? De la misma forma, no tiene objeto el cavilar sobre el pasado. El futuro no es cierto. ¿Cuál es la garantía de que vivirán hasta mañana? Así, no se preocupen acerca de su futuro. Vivan en el presente. No es un presente ordinario. Es omnipresente, lo cual significa que los resultados del pasado así como del futuro están contenidos en él. De modo que si hacen el uso apropiado del presente, pueden estar seguros de que su futuro será seguro y salvo.
 
¡Encarnaciones del Amor!
 
Hoy es Ugadi, el Día de Año Nuevo de los andhras. Mañana es el Día de Año Nuevo de los tamiles así como ‘Vishu”, el Día de Año Nuevo de los keralitas. De esta manera hay cualquier número de festivales en un año. Deben celebrarlos comprendiendo y experimentando su verdadera significación. A partir de este mismo momento, empiecen una nueva vida dejando de lado los malos pensamientos y las malas cualidades y purificando sus corazones. Sólo entonces tendrán vidas llenas de bienaventuranza. De nada sirve leer textos sagrados o visitar nobles almas a menos que purifiquen sus corazones primero. Hagan que sus pensamientos, palabras y acciones sean sagrados. Este es el verdadero propósito de celebrar Ugadi …
 
La gente ha estado celebrando Ugadi (el comienzo del Año Nuevo) por muchos años y generaciones. Los bharatiyas han estado confiriendo paz y seguridad a todas las naciones con la fuerza de su espiritualidad. Desde tiempos inmemoriales hasta la fecha, el lema de los bharatiyas ha sido la oración “¡Qué todos los pueblos del mundo sean felices!” “Loka Samastha Sukhino Bhavantu”. Pero la condición actual es justamente lo opuesto. El hombre ha progresado en el sentido mundano, pero moralmente, ha retrocedido, no es capaz de dejar a un lado su estrechez de mente y su obstinada crítica a los demás. Si uno indaga en la razón de esto, se podrá dar cuenta de que el propio egoísmo y autointerés son la causa de esto. El hombre no ama a los objetos o a los individuos por lo que ellos representan, sino que lo hace por su propio interés. Él no ama su país ni trabaja por su bienestar. Todos sus pensamientos, palabras y acciones son motivados por el egoísmo. Habrá celebrado Ugadi en su verdadero espíritu sólo cuando abandone tal mentalidad estrecha.
 
Si emprenden cualquier tarea con un corazón sagrado, ciertamente tendrán éxito. Yo soy la prueba viviente de esto. No hay traza de egoísmo en cualquier tarea que emprenda. Sea lo que sea que haga es para beneficio de la humanidad. Muchos no están haciendo esfuerzos por comprender esto. Algunas personas piensan que es hecho con alguna expectativa. Pero Yo no espero nada de nadie ni recibo ningún beneficio de esto. Sólo derivo un beneficio, es decir, me siento feliz cuando todos son felices.
 
Como proclaman ser devotos Sai, deben adherirse estrictamente al camino Sai y hacer a todos felices. Si siguen Mis pasos, ciertamente lograrán resultados sagrados y obtendrán una buena reputación. Siendo devotos Sai, deben abandonar su egoísmo y dedicar sus vidas al bienestar de la sociedad. Llenen sus vidas de amor. No critiquen a los demás. Ofrezcan sus respetos aun a los que los odian. El odio es una cualidad malvada. Los arruinará. Por esto, no le dejen lugar al odio. Cultiven el amor. Ayuden a los pobres y necesitados en la medida de lo posible. Ayuden siempre. Nunca hagan daño. El sabio Vyasa ha dado la esencia de los dieciocho Puranas en dos frases: “Uno logra mérito sirviendo a los demás y comete un pecado al hacerles daño” (Paropakara Punyaya, Papaya Parapîdanam). Si ayudan a otros, recibirán ayuda multiplicada. Si hacen daño a otros, sufrirán daño diez veces más. Tengan esto en sus mentes. En este día sagrado, llenen sus corazones de amor y emprendan actividades sagradas.
 
(Bhagavan concluyó Su Discurso con el Bhajan, “Prema Mudita Manase Kaho…”)
 
Fuente: Extracto del Divino Discurso en ocasión de Ugadi, 13/4/2002