SRI RAMA – por Swami Sivananda

      Comentarios desactivados en SRI RAMA – por Swami Sivananda
SRI RAMA
 
por Swami Sivananda
 
Rama fue el mismo Señor Hari encarnado en la tierra para la destrucción de Ravana. Estaba bien proporcionado, era bello y estaba dotado de marcas reales. Fue el más destacado de los expertos en el uso de arcos y flechas. Nació de la dinastia Ikshvaku. Su dominio se extendia al mundo entero.
 
Tenía ojos como pétalos de loto y semblante como la luna llena. Sus brazos eran largos y hermosos. Sus hombros anchos.Tenía una voz profunda. Y miembros armoniosos. Su paso era lento y majestuoso, como el de un león. Mostraba cuatro líneas en el pulgar. De nariz puntiaguda y frente despejada.
 
Su gloria y poderes eran ilimitados. No tenía igual en la tierra. Estaba libre de malicia. Era gentil y protector de su pueblo. Siempre se dirigía a la gente con palabras amables. Nunca usaba palabras duras, aún cuando alguien se dirigiera a él con rudeza.
 
Era sabio y virtuoso. Refulgente como el sol, en perdón como la tierra, en inteligencia como Brihaspati, en fisico como Vasava, en destreza como Indra. Observó los votos ascéticos y honró a los santos. Olvidaría cientos de males que le habían hecho, pero recordaría con gratitud un solo acto de bondad.
 
En el descanso de sus ejercicios marciales, tenia discusiones sobre los Sastras con los sabios y los ancianos. Siempre siguió lo correcto en todos los aspectos de su vida y nunca se desvió de sus deberes reales.
 
Si alguien se le acercaba, Él le hablaria primero. Era extremadamente poderoso pero nunca altivo. Él era el defensor de las cuatro castas. Confería honor a la gente. Fue adorado por todos. Estaba muy versado en política y era muy devoto de los brahmines.
 
Era amigo de los pobres y castigador de los malvados. Fue un benefactor cósmico. Con profundo conocimiento en religión, costumbres sociales y leyes. Cuidó del bienestar de sus súbditos y la gente también lo amaba inmensamente. Nunca se entregó a conversaciones profanas e irrelevantes. Tenía dominio del Yajur Veda, Dhanur Veda, los Vedangas, etc. Siempre que la gente le hacía preguntas, él las respondía sabiamente como Brihaspati. Era hábil en el uso de las armas. Fue honrado por los eruditos de los Vedas. Dominaba la filosofía y la poesía.
 
Nunca dijo una mentira ni siquiera en peligro o riesgos extremos. Fue valiente, sincero y modesto. Era la fuente de todo bien. Siempre respetó a sus superiores. Estaba libre de la ociosidad. Siempre alerta. No buscaba el mal. Tenía perfecto control sobre la ira.
 
Siempre estaba dispuesto a vigilar atentamente sus propios fallos. Tenía como guía a los ancianos y brahmimes piadosos.
 
Era un jinete experto, un gran guerrero, un general valiente. De una gran habilidad en todas las maniobras militares. Fue invicto incluso por los dioses. Estaba libre de la mala costumbre de encontrar faltas.
 
Sri Rama es un Avatara del Señor Hari. Lakshmana era una Encarnación de Adisesha. Sita es un Avatara de Sri Lakshmi.
 
Rama poseía ojos fulgurantes y sus brazos eran vigorosos. Sus pasos eran como los de un elefante.Tenía brazos largos, hombros anchos y cabello negro y rizado. Era valiente y exudaba esplendor. No era de ninguna manera inferior al propio Indra en la batalla. Estaba muy versado en las sagradas Escrituras y era igual a Brihaspati en sabiduría. Era experto en todas las ciencias. Fue objeto de amor y reverencia por todas las personas.Tenía sus sentidos bajo perfecto control. Incluso sus enemigos se alegraban de verlo. Era el terror de los malvados y el protector de los virtuosos. Estaba dotado de una gran inteligencia. Nunca podría ser conquistado por nadie.
 
Renunció al trono y a los placeres de los sentidos y del mundo para cumplir las palabras de su padre.
 
Si Rama hubiera anhelado el trono, le habria resultado bastante fácil conseguirlo. Era muy popular. Fue el más poderoso de los héroes. Destruyó a los Rakshasas y dobló el tremendo arco del Señor Siva. Pero no exhibió la menor fuerza física. Aceptó con gusto lo que le dictaba la cruel y malvada Kaikeyi. El trono le fascinaba menos que la obediencia a los mandatos de su padre. Renunció al reino y a las comodidades de un rey. Con mucho gusto aceptó el exilio. Las loables virtudes de Sri Rama no pueden describirse adecuadamente.
 
De los cuatro hermanos, Rama fue un modelo de virtudes. No sólo era amable y cariñoso, sino también generoso y considerado con los sentimientos de todos los que lo rodeaban. Tenía una personalidad magnánima. Era extremadamente noble, generoso, caballeroso y valiente. Era muy sencillo y absolutamente libre de ostentación.
 
La vida de Sri Rama fue una vida de santa obediencia, de pureza inmaculada, de simplicidad incomparable, satisfacción loable, autosacrificio encomiable y notable renunciación. Respetaba por igual a su madre y a sus madrastras y reverenciaba a su Gurú.
 
Una vez, Sita le dijo a Rama que buscara refugio en un lugar seguro y que dejara solos a los habitantes del bosque, ya que allí había mucho peligro. La respuesta de Rama reveló su firme determinación de adherirse a la verdad y a su deber como rey de proteger a quienes se refugiaron bajo su mando. Sri Rama dijo: “Oh, Sita, puedo incluso renunciar a la vida, a ti o a Lakshmana, pero jamas renunciare al cumplimiento de mi palabra dada especialmente a los brahmines indefensos. Rama habla una sola vez y nunca deja de cumplir su promesa”.
 
Sri Rama era feliz en la adversidad, tranquilo en las miserias, intrépido en los peligros.
 
Rama fue un héroe poderoso. Fue el héroe de los héroes. Él solo mató a grandes y renombrados guerreros como Khara y Dushana. Venció al invencible Vali.
 
Era un rey ideal. Gobernó el reino de una manera maravillosa. Era justo y recto. Fue valiente y atento. Estaba dotado de una disposición amable y generosa. Era civilizado y cortés.
 
Sus súbditos lo amaban sin medida. Ningún hombre fue infeliz durante su gobierno. A menudo solía decir: “Haré cualquier cosa y todo para complacer a mis súbditos y, si es necesario, incluso puedo abandonar a mi querida esposa por su bien”. Esa es la razón por la que su reinado se llamó “Ramarajya”. No hubo ladrones durante su administración. Todos llevaban una vida virtuosa. Nadie decia mentiras. Cualquiera podía dejar una bolsa de oro o joyas incluso en la calle principal. Nadie lo tocaría.
 
Fuente: de Swami Sivananda sobre Sri Rama