SU MADRE ES SU PRIMER DIOS – Discurso Divino del Día de Eswaramma, 6/5/2004

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SU MADRE ES SU PRIMER DIOS
 
Discurso del Día de Eswaramma
 
6/5/2004
 
por Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
 
¡Encarnaciones del Amor!
 
Todo individuo tiene cuatro gurus en este mundo. Los Vedas proclaman, “Matrudevo bhava, Pitrudevo bhava, Acharyadevo Bhava, Atithidevo bhava”, lo cual significa que la madre, el padre, el maestro y el huésped deben considerarse como Dios. Entre los cuatro, la madre es el primer gurú y el principal. Hay varios significados internos en las enseñanzas de la madre. Un verdadero discípulo es aquel que sigue meticulosamente las instrucciones de su madre. La madre puede parecer ser un individuo ordinario como cualquier otro, pero si estudian en profundidad sus enseñanzas, se darán cuenta de que ella es un gran gurú, una gran maestra. Pero, aquellos que no están en el camino espiritual, pueden tomar esto a la ligera.
 
Una vez, la Madre Eswaramma estaba regresando del río Chitravathi con un recipiente lleno de agua. Una anciana estaba caminando junto a ella con gran dificultad, incapaz de llevar el peso de su vasija con agua. Eswaramma inquirió, “¡Madre! ¿Tienes dificultad en llevar este recipiente lleno de agua?” La anciana estaba transpirando, incapaz de mantener el paso con ella, respondió, “¡Sí, Madre! No puedo llevarlo por mucho trecho. Pero como no tengo hijos para ayudarme en esta tarea, yo misma tengo que cargar con él cada día”. Estas palabras de agonía quedaron impresas en la mente de Eswaramma. Después de caminar alguna distancia, ella vio a un muchacho pequeño que llevaba una pizarra y un lápiz en una mano y una pesada carga de libros en un bulto que colgaba de su cuello. Casi no podía caminar, pero él tenía que seguir su viaje hasta la escuela de Bukkapatnam. Eswaramma le preguntó al muchacho, “¡Amado hijo! ¿Para qué son esta pizarra y el lápiz? ¿Por qué estás llevando esta carga tan pesada de libros?” El muchachito respondió, “¡Madre! Llevo estos libros para poder seguir todo lo que los maestros me enseñan”. Eswaramma guardó todos estos incidentes en su mente. Después de caminar más allá, ella se encontró con una mujer debilucha que llevaba su niño infante en los hombros e iba a Bukkapatnam. Eswaramma de nuevo le preguntó a la mujer, “Tú pareces frágil y débil, incapaz de cargar con el niño. ¿Por qué tienes que caminar tanta distancia hasta Bukkapatnam?” La mujer respondió, “¡Madre! ¿Qué puedo hacer? No hay ningún doctor en esta remota aldea que pueda darme alguna medicina para mi niño. Está sufriendo de resfriado y fiebre. Tengo que llevarlo al hospital de Bukkapatnam”. Este incidente también hizo impresión en la mente de Eswaramma.
 
Vivían una madre y su pequeño hijo en una remota aldea cerca de Kolkata. Tan pronto como el niño nació, el padre murió. La madre de alguna manera crió al niño con el escaso ingreso que ella obtenía haciendo diversos trabajos. Ni siquiera había una lámpara en la casa para que el muchacho pudiera estudiar de noche. Él solía sentarse bajo las lámparas de la calle a estudiar. Así continuó sus estudios con gran dificultad y obtuvo un alto grado de calificación. Ese muchacho floreció en el legendario Iswarchandra Vidyasagar.
 
Una vez se realizó una feria en Kolkata. La madre de
Iswarchandra también salió a visitar la feria, llevando un sari desgastado. Él vio su lastimosa condición. Mientras los demás iban todos vistiendo costosas ropas, Vidyasagar no pudo soportar la vista de su madre yendo a la feria con un sari tan usado. Él preguntó, “¡Madre! ¿Por qué vas a la feria llevando un sari tan viejo?” La madre respondió, “¡Amado hijo! Estoy feliz con lo que tengo. Por favor no te preocupes. Tú, continúa con tus estudios y hazte un porvenir en la vida”.
 
Unos pocos años después de este incidente, Vidyasagar completó sus estudios. Él pudo obtener un buen trabajo con un salario decente. Compró algunos buenos saris para su madre con su primer salario. Entonces, su madre le dijo, “Yo no seré realmente feliz con estos costosos saris. Si ayudas a esta pobre gente en nuestra aldea y alivias su sufrimiento por lo menos en alguna medida, esto es suficiente para mí”. Ella además expresó que tenía tres deseos. Inmediatamente Vidyasagar cayó a sus pies y le rogó, “¡Madre! Es mi deber cumplir con tus deseos. Es responsabilidad de un hijo cumplir con los deseos de su madre y hacerla feliz. Por favor déjame saber cuales son tus deseos”. La madre respondió, “¡Mi amado hijo! Hay varias personas pobres, sin educación y enfermas en nuestro pueblo. ¿Quién va a aliviarles su sufrimiento? Estaré realmente feliz solamente cuando tú puedas remover sus dificultades. Los niños de este pueblo tienen que caminar largas distancias para ir al pueblo cercano a estudiar. Me conmueve realmente su lastimosa condición. ¿Deben realmente sufrir tantas dificultades para obtener una educación? Yo quiero que construyas una pequeña escuela en esta misma aldea para que estos niños puedan estudiar cómodamente aquí”. Vidyasagar construyó una escuela pequeña en su aldea según los deseos de su madre, y ella estuvo feliz.
 
Otro día, Vidyasagar encontró a su madre sentada pensativa e inquirió cuál era la razón. Ella le dijo, “¡Mi amado hijo! La gente de nuestra aldea está sufriendo mucho por falta de agua potable. Tienen que buscarla desde largas distancias, caminando todo el tiempo. El pozo de nuestro pueblo se secó completamente. ¿Cómo pueden mujeres ancianas como yo buscar agua desde tan larga distancia? Si puedes hacer arreglos para cavar un pozo en nuestro pueblo, será una gran bonanza para ellos. Éste es mi segundo deseo”. Vidyasagar le aseguró “¡Madre! Ciertamente cumpliré con tu deseo. Trataré de resolver el problema del agua potable en nuestro pueblo”. Inicialmente, él hizo perforar dos o tres pozos en el pueblo, pero no resultaron de mucho uso. Los pozos podían suministrar agua solamente durante la estación lluviosa. Durante el verano, solían secarse, dejando apenas unas gotas de agua. Por lo tanto, su madre le aconsejó que encontrara una solución permanente al problema. Entonces, Vidyasagar hizo arreglos para perforar un pozo grande y resolvió el problema de la escasez de agua permanentemente. Su madre fue feliz.
 
Después de algún tiempo, Vidyasagar fue promovido en su trabajo. Su salario también aumentó. Entonces se acercó a su madre e inquirió, “¡Madre! ¿Cuál es tu tercer deseo?” Ella respondió, “¡Mi amado hijo! Haz construido una escuela. Haz provisto de agua potable a los aldeanos. Pero, las madres de nuestro pueblo están obligadas a llevar a sus hijos cuando enferman al pueblo vecino para tratamiento. No puedo soportarlo. Por lo tanto, me haría feliz si pudieras construir un pequeño hospital en nuestra aldea”. De acuerdo con el deseo de su madre, Vidyasagar hizo construir un hospital en su aldea. Así, con el debido tiempo, él cumplió todos los deseos de su madre.
 
Gradualmente, él llegó a una alta posición en su carrera debido a su buen comportamiento. Su salario también aumentó de acuerdo a la alta posición. A pesar de esto, él continuó siendo humilde y obediente y así se ganó un buen nombre. Un día, su madre lo llamó y le aconsejó, “¡Mi amado hijo! Estoy feliz de que hayas obtenido tan alta posición en la vida. Pero no te vuelvas arrogante”.
 
“Para algunas personas, La riqueza excesiva da lugar a que crezca el ego, lo cual, a su vez,
 
abre el camino a muchas malas cualidades. Cuando la riqueza los deja, el ego también desaparece y como resultado,
 
las malas cualidades desaparecen”.
 
(Poema Telugu)
 
Sin embargo, esto no fue el caso con Vidyasagar. Él cultivó la cualidad de la humildad junto con su educación …
 
Con el curso del tiempo, la reputación de Vidyasagar como erudito y orador aumento a grandes saltos. Él continuó haciendo grandes servicios a la gente. Educó a varios estudiantes pobres. Proveyó de agua potable a varias aldeas, donde no había tales facilidades. Su madre se sintió muy feliz de que su hijo estuviera haciendo tan gran servicio a los pobres y necesitados. Ella le oró a Dios que cada madre fuera bendecida por hijos así de nobles.
 
Similarmente, Sathya Sai ha emprendido varias actividades para el bienestar de la comunidad en Puttaparthi como la construcción de casas de habitación para los pobres, la educación de sus hijos, el proveer agua potable a los aldeanos, etcétera, de acuerdo con los deseos de Su madre. Lo que la madre expresaba en aquellos días eran deseos pequeños. Pero, con el curso del tiempo, asumieron la forma de proyectos gigantescos que hicieron historia. La Madre Eswaramma estaba muy feliz ante el gran servicio rendido por Swami a los aldeanos. Ella expresó con satisfacción, “¡Mi amado hijo! Tú construiste casas para los pobres, resolviste el problema del agua potable para los aldeanos, has provisto de electricidad al pueblo que estaba en la oscuridad. No sólo esto, también has construido una escuela y un hospital.Tú has cumplido todos mis deseos”. Ella se sentía extremadamente feliz de que su hijo hubiera emprendido y completado tales grandes tareas. Solía decirles a las damas que se reunían a su alrededor, “Yo le pedía a Swami que construyera una pequeña escuela en el pueblo de Puttaparthi. Pero, Él estableció una gran institución educativa en su lugar”.
 
Así, los humildes deseos de la madre se transformaron finalmente en grandes proyectos que proveen inmensos beneficios a la humanidad en general. Lo que el país necesita hoy es niños que sigan las enseñanzas de sus madres. Las enseñanzas de las madres pueden parecer muy simples e insignificantes, pero, con el curso del tiempo, proveen gran felicidad. ¡Los deseos de Eswaramma eran muy sencillos! Ella quería agua potable disponible en la pequeña aldea de Puttaparthi. Pero, Swami proveyó agua potable al distrito de Anantapur entero. Ella quería que Swami construyera una pequeña escuela, pero Sathya Sai construyó enormes edificios y estableció grandes instituciones educativas. En aquellos días, los aldeanos solían sufrir debido a la falta de las facilidades médicas básicas. Por lo tanto, la Madre Eswaramma Le pidió a Swami que construyera un pequeño hospital. Pero, Swami construyó grandes templos de sanación, los Hospitales Sathya Sai de Superespecialidades, uno en Puttaparthi y otro en Bangalore. Así, los pequeños deseos de la madre resultaron en el establecimiento de grandes instituciones.
 
¡Encarnaciones del Amor!
 
No necesitan seguir a nadie. Es suficiente si se dedican a actividades que satisfagan a su madre. Si su madre es feliz y está contenta, esto les conferirá grandes bendiciones. Lo que sea que diga su madre, obedezcan su mandato de buena gana y sinceramente. ¡Eso es lo que se requiere hoy en día! Obedezcan a su madre y vuélvanse receptores de su amor. Entonces el mundo entero progresará. No necesitan emprender otros actos de mérito. Sacrifiquen su vida entera para satisfacer a su madre. Es sólo debido a que Sathya Sai cumplió con los deseos de Su madre y la satisfizo, que Su gloria se ha expandido por doquier …
 
Fuente: Extracto del Discurso Divino en ocasión del Día de Eswaramma, 6/5/2004.