UNA JOYA DEL SENDERO DE ASHTAVAKRA, CON SADGURU SRI MADHUSUDAN SAI Por la Dra. Hiramalini Seshadri, MD

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UNA JOYA DEL SENDERO DE ASHTAVAKRA, CON SADGURU SRI MADHUSUDAN SAI

Por la Dra. Hiramalini Seshadri, MD

Gratitud infinita a Sadguru Sri Madhusudan Sai, quien nos ha conducido a esta joya. ¿Qué es? Es la sabiduría suprema del Ashtavakra Gita, que conduce a ‘Atyantika Dukkha Nivritti, Param Ananda Praapti cha’ (la supresión definitiva de todo sufrimiento en la vida, y la obtención de paz y bienaventuranza permanentes).

¡Wow! ¿Eliminar todo sufrimiento? ¿Y paz mental para siempre? ¿Quién no querría eso? ¿Ya dijiste que sí? ¡Yo también!

Bueno, primero hace falta un poco de contexto. Debemos retroceder hasta el año 2020, cuando nosotros, educados pero analfabetos espirituales, aprendimos quiénes somos en realidad, gracias a Sadguru Sai. Anteriormente, Bhagawan Baba solía decir: ‘Ustedes son tres: quien creen que son (el cuerpo físico); quien los demás creen que son (la personalidad); y quien REALMENTE SON’.

Por primera vez, gracias a las charlas de Sadguru Sai sobre los Upanishads, logramos al menos una comprensión intelectual de lo que realmente somos. Antes solíamos pensar que éramos lo que veíamos en el espejo, con una ‘personalidad’ flotando sobre nosotros como un halo o algo parecido.

Aquí va un repaso de nuestra verdadera identidad. Para empezar, SOMOS; es decir, existimos. Somos Conciencia que brilla sobre la mente, a través de la cual experimentamos este mundo. ¡Y somos adorables!

Ya veo, ¡discrepas! Pero coincidirás en que, de bebés, todos éramos adorables; manantiales de agrado. Así fue hasta que nuestro ego se impuso.

La buena noticia es que, si logramos deshacernos del ego, podemos volver a ser adorables. Por ejemplo, ¡Sadguru Sai ES absolutamente adorable! De hecho, B. N. Narasimha Murthy, en estos días, lo llama ‘el Adorable Sadguru’. ¡Ese es el potencial que también llevamos dentro!

En verdad, somos Existencia / Ser – Conciencia / Plenitud. Bhagawan Sri Sathya Sai Baba solía llamarlo ‘Ser-Conciencia-Bienaventuranza’, y una vez comentó a esta autora: ‘Ser-Conciencia-Bienaventuranza-Siempre’ es BABA.

Entonces, ¿cuál es el papel del cuerpo-mente, que hasta ahora sentimos que somos nosotros? El cuerpo-mente es solo un instrumento para experimentar el mundo.

Contemos lo que nos enseñó Sadguru Sai: en realidad tenemos un instrumento de CINCO envolturas para experimentar el mundo. Una envoltura física (el cuerpo con el que estamos tan familiarizados), una envoltura de energía que da poder al cuerpo físico, una envoltura mental que se extiende por todo el universo, una envoltura de inteligencia que también forma parte de la inteligencia suprema universal, y una envoltura causal, que contiene un REFLEJO del Uno / Fuente / Creador / Conciencia / Divinidad / Dios / Brahman, que por definición está más allá de la comprensión, del entendimiento y de las palabras.

Solo esta Conciencia REFLEJADA basta para mantener en funcionamiento todas nuestras envolturas; ¡para mantener toda la creación en marcha! ¡Tal es el poder de Maya!

De la Conciencia misma solo podemos obtener un destello de entendimiento, a partir de quienes la han experimentado. La Conciencia está más allá de la definición, de la comprensión y de las palabras; pero la Conciencia puede ser experimentada. Hasta que la EXPERIMENTEMOS, debemos contentarnos con un conocimiento de segunda mano; simples indicaciones hacia ella.

Sadguru Sai, un ser humano que ha tomado conciencia de Sí mismo, citando su experiencia personal y las escrituras, afirma que la Conciencia es la luz por la cual todo lo demás brilla; ¡incluso el sol, la luna y las estrellas!

Otra indicación es que la Conciencia Reflejada, que alimenta toda la creación, incluidos nosotros, no es más que una proyección de la Conciencia. La Conciencia Reflejada es como la luz de la luna.

La Conciencia es como la luz del sol. La luz de la luna no es sino la luz reflejada del sol. Así es la relación entre el Jivatma (la Conciencia Reflejada) y el Atma / Paramatma (la Conciencia).

¿Cuál es la prueba de que todo esto es cierto? Estudiemos una de las ‘pruebas’ que relató Sadguru Sai; una ‘prueba’ sobre la Conciencia que, al parecer, el joven sabio Ashtavakra solía compartir con su distinguido discípulo, el rey Janaka.

Todos atravesamos la vida en tres estados: un estado de vigilia, un estado de sueño o un estado de sueño profundo. Condiciones médicas como el coma o el estado vegetativo pueden compararse con un sueño profundo prolongado, en el cual la mente está apagada.

En el estado de vigilia, la información de todos los órganos de los sentidos llega al cerebro como impulsos eléctricos. Cómo esta electricidad muda se transforma en la belleza de una puesta de sol, la emoción del tacto de un bebé, el éxtasis de la música, el dolor por la pérdida de un ser querido y así sucesivamente, tal como lo siente nuestra mente, es un enigma para los neurocientíficos. Aún no está claro para la ciencia qué es la mente.

¿Qué ocurre en el estado de sueño? Cuando soñamos, todo parece real. Incluso podemos vernos a nosotros mismos en el sueño. Según se trate de un sueño feliz o de una pesadilla, experimentamos toda clase de sensaciones de cuerpo y mente. Cuando despertamos, nos damos cuenta de que todo fue creado por nuestra mente. En el estado de sueño también somos, en última instancia, Conciencia que ilumina a la mente.

¿Qué ocurre en el sueño profundo? Despertamos diciendo: ‘¡No sentí nada! ¡Estaba completamente fuera de todo!’ La mente está ‘apagada’ en el sueño profundo. Sin embargo, somos CONSCIENTES de su ausencia. En otras palabras, ¡existe una CONCIENCIA más allá de la mente! No hay ausencia de Conciencia. Así, a lo largo de la vida, la verdad es que somos; y somos CONCIENCIA. ‘Turiya’, en sánscrito, es una indicación de la Conciencia.

Todos coincidimos en que nuestros sueños habituales son creados por la mente. Sin embargo, los antiguos Rishis, Ashtavakra e incluso Bhagawan Baba, van un paso más allá. Dicen que, de la misma manera, los mundos y la vida en el estado de vigilia, tal como los conocemos, no son más que un ‘sueño de la Conciencia’; ¡un sueño de Dios!

Y ahora viene la sorpresa: puesto que nuestra IDENTIDAD REAL es Conciencia / Brahman / Dios, significa que todos los mundos y la vida, tal como los conocemos ahora —cuando tú y yo estamos en el estado de vigilia—, surgen de nosotros mismos.

¿No lo entiendes? Yo tampoco lo entendí, durante mucho tiempo. Vamos paso a paso: ¿estás de acuerdo en que toda la creación proviene de la Conciencia? Sí. ¿Estás de acuerdo, gracias a todo lo que hemos aprendido hasta la fecha de Sadguru Sai, en que nuestra Identidad Real es la Conciencia? Sí.

Ya que nuestro Ser Real es la Conciencia, significa que todo —incluidos nuestros cuerpos-mente— proviene de nosotros mismos, de la Conciencia.

‘Está bien, lo entiendo. Pero sigo confundido, pensando que soy fulano de tal, con esta forma’. Lo mismo me pasa a mí. La única manera de salir de esta falsedad es seguir repitiéndonos que NO somos fulano de tal con esta forma. ¡Somos Brahman! ¿Recordás la enseñanza de Sadguru Sai? ¡Sí! Aham Brahman, Sarvam Brahman.

No es realmente culpa nuestra que hayamos crecido como ignorantes ilustrados. ¡Ni siquiera sabemos quiénes somos en realidad! Tristemente, durante los últimos tres siglos, debido a la colonización, este conocimiento vital nos fue ocultado. Y han debido pasar 75 años desde la independencia para que empezáramos a salir de esa mentalidad colonial.

La verdad es que todo surge, pero en nosotros, la Conciencia, según nuestra propia Voluntad. Esa es la Verdad que nos libera de todo sufrimiento, así como abre la puerta a la paz y la plenitud. Porque no hay otro, ¿lo ves? ¡Todo somos nosotros!

Nuestros antiguos fueron campeones en experimentar esa Verdad, incluso estando en la carne. Eran ‘Jeevan Muktas’ (Libres aun estando vivos).

¿Preguntas cómo nos libera eso del sufrimiento? Pues bien, somos afortunados de tener un ‘ejemplo viviente de Jeevan Mukta’ en Sadguru Sai. Estudiemos lo que compartió sobre cómo eso lo ayudó a enfrentar los peores vaivenes de la vida.

Entre 2011 y 2019, él fue mucho más que un Arjuna para Bhagawan Sathya Sai Baba, su Gurú. Como Maestro de la existencia, Bhagawan Baba continuó en lo sutil después de haber dejado su envoltura física y de energía. Sadguru Sai —en aquel entonces el hermano Madhusudan, un devoto muy obediente y sincero, bendecido con percepción extrasensorial— podía percibir a Bhagawan.

Cumplió sin vacilar todas las instrucciones de Bhagawan Baba, sin hacer preguntas. Demostró con creces el merecimiento necesario para la liberación; y en un giro místico de los acontecimientos, en Guru Purnima de 2019, Bhagawan Baba lo bendijo con la Unidad con la Conciencia / Divinidad.

Aunque tenía un conocimiento experiencial de la no dualidad, y SABÍA que también era divino, Bhagawan Baba SIEMPRE estaba disponible para consejo y guía. Así que, aunque Sadguru Sai era un adváitico, en la práctica su vida era dualista, porque lo Divino en forma sutil estaba constantemente a su lado, guiándolo.

Por grande que fuera el problema, dado que Bhagawan Baba estaba con él, Sadguru Sai lo enfrentaba sin la menor preocupación. Su fe en Bhagawan era ilimitada. Además, Bhagawan Baba le había prometido que siempre respondería a su llamado.

Dicen que cuando un discípulo está listo, el Gurú aparece; y cuando está realmente listo, el Gurú desaparece. Bhagawan Baba había tomado bajo su ala a su querido discípulo, y la Misión Humanitaria Sai había crecido exponencialmente en escala y profundidad en todo el mundo, asombrando a todos, a pesar de los desafíos hercúleos que enfrentaba la misión.

Ahora, Bhagawan Baba quería que su querido discípulo volara por sí mismo. Veamos cómo lo puso a prueba Bhagawan Baba; porque las pruebas son el deleite del Bhagawan. La Divinidad siempre derriba varios pájaros de un solo tiro.

Así, esto no solo fue una prueba para asegurar a Bhagawan Baba que se trataba, en efecto, de un discípulo verdaderamente digno, sino que también enseñaría a Sadguru Sai a volar por sí mismo y a ser un ejemplo para nosotros, que seguimos a Sadguru Sai.

Incluso los más grandes jñanis son puestos a prueba. Como cuando incluso Jesús en la cruz clamó por un instante: ‘¡Oh Dios! ¿Por qué me has abandonado?’ Pero pronto recuperó la compostura y su sincera oración fue: ‘Padre, perdónalos; porque no saben lo que hacen’.

Volvamos a 2020, para estudiar la ‘prueba’ de Sadguru Sai. Por compasión, Sadguru Sai sintió la necesidad de ayudar a un devoto residente en el Golfo (N. del T.: Países árabes del Golfo Pérsico), firme partidario de la misión, que había sufrido reveses inesperados en los negocios. Incluso la continuación de la educación de sus hijos estaba en riesgo, debido a la crisis financiera.

Conmovido hasta lo más profundo, Sadguru Sai pidió a unos pocos devotos cercanos que lo ayudaran. El desdichado devoto había prometido que todos los préstamos serían devueltos una vez que se estabilizara. Así que, confiando, los demás devotos organizaron un rescate financiero.

Pero una vez fuera de peligro, el hombre no cumplió su palabra. Fue muy embarazoso para Sadguru Sai, por decir lo menos. Como estaban involucradas enormes sumas, que obviamente no podían ser dadas por perdidas, los acreedores recurrieron a la justicia para recuperar su dinero.

El hombre entonces presentó demandas contra Sadguru Sai, con todo tipo de terribles acusaciones, en tribunales de Londres, Dubai, Mumbai y Singapur. Con la esperanza de que los devotos acreedores no insistieran en su caso, ya que corrían el riesgo de que Sadguru Sai fuera arrastrado a los tribunales y su reputación manchada.

Para Sadguru Sai fue una lucha por el Dharma. Cuando acudió a Bhagawan Baba en busca de apoyo moral, para su sorpresa, Bhagawan Baba permaneció incomunicado. Sadguru Sai comprendió que, por primera vez en años, estaba completamente solo.

El momento no podía ser peor. Estaba en vigor el confinamiento por COVID. Las donaciones que mantenían a flote la misión se habían reducido, pues todos estaban en dificultades. Incluso pagar salarios era un desafío.

Para empeorar las cosas, el COVID se había infiltrado en el Ashram. Quienes se consideraban los únicos herederos del legado de Bhagawan Baba, envidiosos del éxito de este ‘recién llegado’ Sadguru Sai, añadieron leña al fuego alegando violaciones del confinamiento por parte del Ashram.

En el propio Ashram, corría silenciosamente una corriente subterránea de miedo. Ser ‘Positivo’ era entonces una mala palabra. Algunos necesitaron hospitalización; tratamiento en UCI. No había facultad de medicina, nada en el Ashram. Incluso el departamento ambulatorio del Hospital Sarla había sido cerrado.

Como si todo esto no bastara, un grupo de queridos estudiantes universitarios de Sadguru Sai se comportó de manera indebida, y tuvieron que ser suspendidos por indisciplina. La copa de penurias de Sadguru Sai estaba colmada.

Y ahora este terrible litigio colgaba sobre él como una espada de Damocles. La gota que colmó el vaso fue que, cuando buscó desesperadamente algo de apoyo moral, Bhagawan Baba no estaba por ninguna parte. Había sido arrojado al extremo profundo de la piscina; debía nadar y valerse por sí mismo.

Eso se tradujo en noches de insomnio; levantarse a las 3 de la madrugada, estrujándose el cerebro cansado para responder a montones de consultas que le enviaban sus abogados en Londres, Dubai, Mumbai y Singapur antes del amanecer. Luego, prepararse para el día y, después del desayuno, empezar las clases de Upanishads para los residentes del Ashram, pues pensaba que solo la sabiduría de los Upanishads podía infundirles algo de valor y co
nfianza.

Naturalmente, debía aparentar ecuanimidad, aunque estaba absolutamente estresado. Esta autora puede dar fe de que siempre parecía la imagen misma de la paz, sonriendo, y guiando desde el frente.

Durante esa larga ‘noche oscura del alma’, cuando todo se volvía demasiado, una vez literalmente buscó ‘escapar’, confesó Sadguru Sai. Una noche, simplemente salió en auto del Ashram a las 11 pm, negándose a contestar las llamadas de los ansiosos muchachos del Sai Anandam, sus asistentes personales.

Entonces, en su ojo mental, vio los rostros inocentes de los niños de las escuelas; muchos de ellos huérfanos a causa del COVID. Vio los rostros de los humildes ‘Thiaga Jeevis’ y de B. N. Narasimha Murthy, todos los cuales habían depositado absoluta confianza y fe en él. Y regresó; por ellos, y más aún porque descubrió un ‘bote salvavidas’.

No fue la forma tranquilizadora de Bhagawan Baba en lo sutil; sino que vino en su auxilio, mientras se debatía, un verso del Ashtavakra Gita, que había estudiado gracias al sankalpa de Bhagawan Baba. Por gracia divina, se encontró continuamente enfocado en su verdadera identidad como Brahman; recitando con todo su corazón:

‘Mayi Ananta Mahaan Bodhau
Jagat Veechih Swabhaavatah
Udetu Va Astamaayaatu
Na May Vriddhih
Cha Na May Kshatih’

(En Mí surge el océano infinito de Conciencia; los mundos se levantan en él como olas por naturaleza; las olas crecen y se derrumban, pero no causan aumento ni disminución en Mí, el océano).

Lo protegió ese pensamiento constante, de que todos los acontecimientos —los buenos, los malos y los neutros— no eran más que olas efímeras; que surgían y regresaban a él, el océano; que las olas de la superficie no afectaban en absoluto al vasto, profundo, ilimitado océano del Sí mismo que él era..

El verso más significativo lo protegió tanto de la exaltación como del sufrimiento. No solo eso, le trajo una profunda calma. Y en esa calma, si algo se presentaba como un ‘problema’, surgían espontáneamente soluciones intuitivas y milagrosas.

Gracias a ese verso que llenaba cada fibra de su ser, ahora estaba verdaderamente liberado. Exteriormente, la misma rutina ‘estresante’ continuaba. Pero ahora estaba en paz. Tan pacífico como el océano ilimitado y profundo, sin importar qué tormentas se desataran en la superficie.

Exteriormente, nadie podría haber sospechado que había tenido lugar una transformación tan profunda. Como compartió B. N. N.: ‘Antes de tomar conciencia de Uno Mismo, cargar agua, cortar leña y cocinar. Después de ltomar conciencia de Uno Mismo, cargar agua, cortar leña y cocinar’. De hecho, si Sadguru Sai no hubiera compartido todo lo que atravesó, ninguno de nosotros se habría enterado.

Sadguru Sai compartió esta historia real, de corazón, para darnos a todos esperanza. La transparencia total y la ausencia de miedo han sido siempre su sello distintivo. Su único y verdadero objetivo es ayudar a que tantas personas como sea posible persigan sin miedo lo espiritual; no importa si su imagen de caballero andante sufre un pequeño rasguño.

Él también fue puesto a prueba, y debió superarla. Así será, inevitablemente, para todos nosotros, los peregrinos. Pero su mensaje fue, como siempre, ‘si yo pude hacerlo, tú también puedes’.

Afortunadamente, la historia tuvo un final feliz. Una vez establecido de manera constante en la identidad de la Conciencia, todo ocurrió como en piloto automático. El Ashram y la misión sobrevivieron y prosperaron; los casos se resolvieron por sí solos; y lo más importante, su propia conexión con la Divinidad interior se volvió más fuerte que nunca.

Bhagawan Baba, su Gurú, sin duda debió de haber estado muy complacido con él; y desde entonces, hasta el día de hoy, está disponible para Sadguru Sai al instante, a pedido.

Hoy no necesita buscar todo el tiempo orientación de Bhagawan con forma, aunque sutil, como solía hacerlo antes. El papel de Bhagawan en lo sutil ha sido asumido ahora por el Sí mismo sin forma en el que está anclado. ‘Confía en el Sí mismo que verdaderamente eres’, es el mensaje de Sadguru Sai.

Hubo también un beneficio extra: gracias a sus charlas sobre los Upanishads, el ‘coeficiente espiritual’ de los residentes del Ashram mejoró enormemente. De hecho, después de la conferencia de Ashtavakra de 2020, tuvo que hacer una ‘inversión de Ashtavakra’ en algunos de ellos.

Muchos jóvenes aspirantes sinceros que eran jefes de familia habían buscado ‘desapegarse de todo’ y convertirse en renunciantes. Sombras de Arjuna, quien en un momento, al inicio del Gita, quiso seguir el Rajayoga.

Sadguru Sai debió usar toda su capacidad de persuasión para lograr que aceptaran continuar como jefes de familia, tratando la vida como un ‘examen práctico’, aun mientras seguían la espiritualidad suprema expuesta por Ashtavakra.

También comprendió que se necesitaba cierta madurez espiritual antes de estudiar a Ashtavakra. Por eso nos hizo recorrer a los demás el ABC de la espiritualidad hasta 2025, antes de compartir la suprema verdad liberadora enseñada por Ashtavakra.

‘Perdóname si sueno ingenuo, pero ¿qué pasa con la gente común como yo? ¿Cómo podemos llegar allí? ¿Nos servirá?’

Pues bien, el secreto para llegar allí es simplemente practicar el vivir desde nuestra verdadera identidad como LA DIVINIDAD / La Conciencia / Brahman; y NO como un cuerpo-mente, como lo hacemos actualmente. Recuerda, hace dos años, Sadguru Sai nos señaló las palabras: ‘Aham Brahma, Sarvam Brahma’. Significa ‘Yo soy Divino; todo es Divino’. Lo bueno, lo malo, lo feo: necesitamos ver todo como divino, y aun así cumplir con el Dharma.

‘Un gran desafío, sin duda, para alguien como yo’. Y para mí también, agregaría esta autora.

Sin embargo, la respuesta de Sadguru Sai ha sido sumamente alentadora. Sus últimas charlas sobre Ashtavakra no solo muestran el camino; también muestran los escollos y cómo superarlos.

¡Todo eso estará en la Parte 2! ¡Hasta entonces, adiós!

Por la Dra. Hiramalini Seshadri, MD

dr.hiramalini.seshadri@gmail.com