DISCURSOS DIVINOS SOBRE EL BHAGAVAD GITA por Sri Sathya Sai Baba – La Entrega – Transformación del Hombre en Dios

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DISCURSOS DIVINOS SOBRE EL BHAGAVAD GITA

por Sri Sathya Sai Baba

La Entrega – Transformación del Hombre en Dios

Gita Acharya ha declarado: “Quienquiera que se rinda plenamente y busque en Mí su refugio, verá destruidos todos sus pecados y estará protegido de toda adversidad”.

Los aspirantes que deseen progresar en la senda espiritual deberían atesorar esta declaración en sus corazones, y avanzar con decisión por la senda hacia la completa rendición al Señor, para alcanzar con ello su meta. El poder de Dios es inconmensurable e ilimitado. Cuando miramos hacia este Universo, vemos una inmensa diversidad.Todo ello es resultado de Maya o Ilusión. Este aspecto denso del Universo visible a nuestros ojos humanos ha sido descripto como Bhutakasha. Esto no es más que una muy pequeña parte del infinito poder del Señor. Por eso resulta imposible entender Su grandeza. Los Vedas han declarado que Dios permea el Universo entero, tanto lo denso como lo sutil. El Bhakti Yoga también declara que Dios lo llena todo, que no puede existir lugar alguno en el que no esté presente.

Deberían tratar de comprender el principio que encarna este mundo. La Luna se encuentra a sólo algunos miles de kilómetros de la Tierra. El Sol está a algunos millones de kilómetros de distancia. Las estrellas se encuentran a miles de millones de kilómetros de distancia.Todas estas estrellas, el Sol y la Luna en conjunto, forman parte del Bhutakasha, el aspecto material denso del Universo. El Bhutakasha, tan vasto e inmenso, no es más que una pequeña parte del Chittakasha, que es el aspecto sutil o mental del Universo. En este Chittakasha, el Bhutakasha no viene a ser sino algo así como un átomo. Sin embargo, este Chittakasha tan gigantesco en comparación al Bhutakasha, es él mismo muy pequeño comparado con el Chidakasha. El Chidakasha puede describirse como el principio causal que da lugar a los aspectos denso y sutil del Universo. Bhutakasha, Chittakasha y Chidakasha, lo denso, lo sutil y lo causal. Los tres son tan indescriptibles y vastos que los Vedas han señalado que no es posible entenderlos o describirlos con palabras. Se sitúan más allá de la imaginación humana, más allá de la capacidad de captación de la mente. Sin embargo, más allá de todos ellos está el Principio de Dios, que se ha denominado el Mahakarana Swarupa, la Causa Última.

El Principio de Dios trasciende todos los aspectos del Universo, tanto los densos como los sutiles y los causales. Debemos hacer el esfuerzo para entender este Principio. No resulta posible para los humanos corrientes el entender una verdad tan grande. Dios está más allá del Bhutakasha, el Chittakasha y el Chidakasha, y no obstante, como Señor, rige sobre todos estos mundos. Él es el Amo del Tiempo, pasado, presente y futuro. El hombre, a quien se le han otorgado capacidades limitadas, encuentra imposible el comprender este Principio Divino. Es por ello que la senda más fácil que puede seguir el hombre es la del Bhakti Yoga, la entrega total al Señor.

Para afincarse en el amor y la devoción, necesitarán desarrollarlos y expresarlos de manera en que siempre estén prontos a llevar a cabo los mandamientos de Dios. Es por ello que Krishna le decía a Arjuna: “¡Haz lo que Yo ordeno!” Arjuna, debido al orgullo y al egoísmo se sentía abatido, mas después de escuchar al Señor cayó a Sus Divinos Pies y dijo: “Señor, soy Tu discípulo enséñame lo que es mejor para mí. Me entrego a Ti”. Hasta ese momento se habían estado tratando como cuñados, pero en el momento en que Arjuna dijo: “Haré como Tú digas, cumpliré Tus órdenes”, se convirtió en un devoto. La transformación se llevó a cabo en su mente, cuando trocó la relación de cuñado en la de un discípulo con el Señor como su Maestro. Esta transformación mental es absolutamente esencial para un devoto. Sin esta transformación, sea cual fuere la devoción que hayan desarrollado y sin importar cuan cerca estén, todo será infructuoso e inútil para ustedes.

Cumplan con sus deberes manteniendo conciencia del principio del tiempo. Observen un sentido de las proporciones, y asegúrense que el trabajo realizado esté bien hecho y sea adecuado para la ocasión. Estos slokas del Gita no sólo deberían repetirse una vez que el orador los haya expresado, sino que deben ser memorizados y deben ser capaces de recitarlos en cualquier momento. Puedo pedirle a cualquiera de los estudiantes aquí, cualquier día, que repita el sloka. Sólo si los practican y comprenden plenamente su significado, les abandonarán todas sus preocupaciones y desaparecerán todos sus pesares. Mas si no entienden el significado y sólo los memorizan, vuestros pesares incluso puede que aumenten.

Fuente: Extracto del Discurso Divino pronunciado el 3/8/1984