MENSAJE DIVINO – por Sri Madhusudan Sai

      Comentarios desactivados en MENSAJE DIVINO – por Sri Madhusudan Sai
MENSAJE DIVINO
 
por Sri Madhusudan Sai
 
sarvarūpa dharaṁ śāntaṁ
 
sarvanama dharaṁ śivam|
 
saccidānandam advaitaṁ
 
satyaṁ śivaṁ sundaram||
 
(Todas las formas son Suyas y todos los nombres son Suyos. De hecho, sólo Él existe quien es la Encarnación de la Verdad, la Conciencia y la Bienaventuranza. Satyam, Sivam, Sundaram – verdad, bondad y belleza)
 
Todos hemos oído que Dios existe en todo y en todos.
No es de extrañar, por lo tanto, que si Dios puede existir como un pez en el agua, como una tortuga en la tierra y el
agua, como un jabalí, como mitad hombre y mitad león, y si puede emerger de un pilar (conforme el Srimad Bhagavatam) indudablemente también puede existir como humano. Los caminos de Dios son únicos, misteriosos. Aquellos que tratan de discernir a Dios solo con sus
mentes y sentidos fallan porque Él está más allá de estas facultades. Su divinidad no puede ser descripta en palabras ni entendida por la mente – asi es como nuestras escrituras definen a Dios. Por consiguiente es una pérdida de esfuerzo intentar analizar,
entender, describir y explicar a Dios y Sus caminos. Sin embargo, si uno abre
el corazón y experimenta a Dios como dulce, nectarino, divino, puro e inmaculado amor, solo eso conduce a la experiencia y comprensión
de la Divinidad.
 
Jesús inicialmente declaró al mundo: “Yo soy el mensajero de Dios”. Él
anduvo difundiendo el mensaje del Señor, enseñando a la humanidad a amar y servir. Mientras continuaba viviendo en este sentimiento de servicio al Señor, se dio cuenta de que no estaba separado de Dios sino que era parte de Dios. El servicio a
Dios lo purificó y lo hizo muy apegado a la Divinidad interior.
Entonces, declaró: “No soy solo el mensajero de Dios, sino que soy el hijo de Dios”. En última instancia, al vivir constantemente en este sentir, “no estoy separado
de Dios; más bien soy parte integral de Dios”, realizo
que no era diferente de Dios. Luego proclamó: “Yo y mi Padre
somos uno”.
 
A medida que caminan por el sendero de la espiritualidad, la primera realizacion es que son mensajeros de Dios. Hay un sentimiento de dualidad de que Dios y ustedes son dos entidades separadas, no una. Cuando progresen más en este camino, verán que Dios existe dentro de ustedes. Ahí es cuando dicen: “No estoy separado de Dios; soy parte integral de Dios”. Como piensan, así se vuelven.
En última instancia, mientras vives continuamente en esta condicion, te darás cuenta de que
no eres diferente de Dios; de hecho, Dios y ustedes son uno y el mismo.
Esta realización es un derecho de nacimiento de todos y está disponible para todos, siempre que
esten listos para esforzarse en el camino espiritual. ¡Cuanto menos de ‘yo’, más de
‘Dios’!
 
El río va hacia el océano, se fusiona con el océano y finalmente
se convierte en el océano. Entonces no hay diferencia entre el agua del río
y el agua del océano, o incluso entre este río o cualquier otro río que se haya
fusionado en el océano; toda el agua se vuelve una. De hecho, el río es el mismo
antes y después de que se une con el océano. Asimismo, cuando el jīvātman (alma individual)
progresa hacia paramātman (Dios) y finalmente se funde en paramātman,
el jīvātman mismo se vuelve paramātman. No crean que Dios es alguien teniendo muchas manos y cabezas – esa es una forma de Dios, pero eso no es la totalidad
de Dios. El principio de la divinidad es el amor puro y desinteresado por todos. La persona que desarrolla este amor por toda la humanidad es igual a Dios.
 
Como estudiante, uno habrá experimentado con imanes y limaduras de hierro. El hierro por sí solo no manifiesta magnetismo pero puede convertirse en un imán cuando entra en contacto con este último. Cuanto más tiempo permanece en contacto más magnetismo desarrolla, hasta que la pieza de hierro se convierte en un imán. Una vez que se vuelve un imán permanente, puede magnetizar otras piezas de hierro. La pieza de hierro que anteriormente estaba llena de óxido y polvo se transforma al estar en contacto constante con el imán. Así también es la historia del hombre y Dios. Cuando el hombre abandona todo ego y apegos se vuelve desinteresado y puro, al recordar y servir constantemente a Dios él se transforma en Dios mismo. De hecho, no hay un Dios separado en otra parte; ¡Dios está dentro de ti, fuera de ti, a tu alrededor, en todas partes! Sin embargo, para realizarlo uno necesita deshacerse del egoísmo, el interés propio, el ego
y los apegos. Nada es sorprendente o asombroso acerca de que el hombre realice a Dios. Es tan natural como un trozo de hierro que se convierte en un imán. Dios estaba allí,
Dios está allí y Dios estará allí. Sin embargo, en diferentes momentos, en diferentes lugares y de acuerdo a la situación Él toma una forma y hace lo que requiere ser hecho.
 
Hay pinturas de los daśāvatāras (las diez encarnaciones del Señor
Vishnu) en el auditorio Premamrutham. Si se coloca un pez en una silla,
en el curso ordinario, ¿lo adorarán? Lo mismo con una tortuga o un jabali creyendo que es una forma
de Dios. Sin embargo, adoran a estas criaturas en las pinturas porque
alguien les dijo que Dios asumió todas esas formas en algún momento.
Cuando Él puede tomar la forma de una tortuga, un jabalí o un pez, ¿no puede acaso tomar la forma del hombre, la joya cumbre de Su creación? Por lo tanto, no intenten comprender, analizar, debatir y argumentar sobre todo ello; nada saldrá
de esto. En cambio, abran su corazón y experimenten ese amor y divinidad.
Ya sea que bebas de un vaso de barro, de plata o de oro, es el agua
y no el vaso lo que apaga tu sed. De manera similar, Dios puede tomar cualquier forma en cualquier momento; es Su amor puro y desinteresado que nos permite conocerlo.
 
Desde este día en adelante, entendamos que todos somos Divinos. No debemos
simplemente repetir como loros las palabras, ‘ahaṁ brahmāsmi (Yo soy Brahman)’, pero creamos verdaderamente desde lo más profundo de nuestro corazón que somos Divinos. Y, cuando ocurra ātmodaya (Autorrealización) y verdaderamente experimentemos eso, todo lo que no es divino en nosotros: nuestros apegos, el ego, la codicia, la ira y toda la negatividad simplemente desaparecerán como las gotas de rocío
desaparecen cuando sale el sol. El mundo necesita ejemplos a seguir. Si una persona hace algo, otros se animan a hacer lo mismo. El esfuerzo aquí es solo para presentar un ejemplo y alentar a todos a creer que son Divinos, deshacerse de todo lo que no es Divino, y seguir este camino de espiritualidad y servicio hasta fundirse en este sentimiento de Dios.
 
En nuestras instituciones, que los estudiantes estudien no solo para obtener conocimientos mundanos, sino también para ganar conocimiento espiritual, de modo que un día todos se puedan elevar, no como una, dos o tres personas, sino como toda la humanidad.
Que cada uno se pueda liberar de los grilletes de la humanidad a lo eterno, libre, a los cielos ilimitados de la espiritualidad. Siempre es un placer interactuar con los niños porque son reflejos puros de la Divinidad. Es muy importante que todos los niños conserven esta pureza, inocencia, devoción y sentido de maravilla. Uno debe ser un niño todo el tiempo porque los niños son lo más cercano a Dios, y Dios es el más cercano a los niños. Los profesores aquí estan trabajando muy duro para servir a los niños día y noche, porque saben
que en verdad están sirviendo a Dios cuando sirven a estos niños.
 
¡Swami estuvo, Swami esta y Swami siempre estará allí para amar, cuidar y
derramar Sus bendiciones sobre todos!