TIEMPO PERDIDO ES VIDA PERDIDA – por Sri Sathya Sai Baba

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TIEMPO PERDIDO ES VIDA PERDIDA

por Sri Sathya Sai Baba

El Señor declaró en el Gita: “Quien
me recuerda me es muy querido”. Por lo tanto,
recuerda siempre al Señor. Ofrécele tu mente
y tu voluntad. Entrégale todo y
rápidamente llegarás a Él.

¡Encarnaciones del Amor!

En el Gita el Señor enseñó que la alegría y la tristeza, el frío y el
calor, la ganancia y la pérdida, la crítica y la alabanza, todo debe ser enfrentado
con una mente ecuánime. Esta ecuanimidad mental es
uno de los atributos más importantes de un verdadero devoto.
Hay muchos otros atributos, pero
todos ellos están contenidos en dos cualidades principales:
disciplina y renuncia. La disciplina se refiere a los tres tipos de penitencia, corporal, mental y vocal. La renuncia implica la comprensión de los defectos de los objetos, llevando una vida que no se apegue a ellos; en otras palabras, vivir como un testigo. Si puedes incorporar estas dos importantes cualidades en tu vida diaria no habrá necesidad de ninguna otra práctica espiritual.

• Empieza tu práctica espiritual cuando
eres joven

Si quieres desarrollar estas cualidades tienes que empezar temprano en tu vida y usar este tiempo de forma sagrada y ennoblecedora. En el mundo
muchas personas emprenden la práctica espiritual
cuando llegan a la vejez. Después de haber disfrutado
de los objetos de lujuria, disgustados y agotados por los placeres mundanos, se plantean embarcarse en el camino espiritual. Habiendo pasado sus vidas inmersas en los objetos de los sentidos, en la vida familiar, en los
hijos, en la riqueza, en las propiedades, en el nombre y la fama,
se desilusionan en la vejez. Se dan cuenta de que no hay nada verdadero en estas cosas y que la paz mental y la alegría duradera no pueden provenir
del mundo fenomenal y de las persecuciones
mundanas. Cuando llegan al ocaso de sus vidas y son atormentados por el vacío de sus experiencias,
comienzan a hacer ejercicios espirituales.
Pero en la vejez, cuando estás sufriendo todo tipo de debilidades físicas y mentales, será muy difícil practicar una vida espiritual rigurosa. Incluso entonces no debes desanimarte, pensando
que no hay posibilidades para el avance espiritual. Las oportunidades de experiencias espirituales están
ciertamente disponibles. En lugar de no pensar en el
Señor, es mucho mejor pensar en Él, al menos al final de la vida. Cuando se trata de pensar en el Señor, no hay restricciones de ningún tipo con respecto a
tiempo, lugar o edad. Por eso el divino maestro ha declarado en el Gita: “En todo momento, en todo lugar, piensa en Mí”.
Pero también ha dicho
que la mejor oportunidad para practicar estos ejercicios espirituales de forma decidida es en la juventud. Cuando tu fuerza física, la fuerza
de tus órganos sensoriales, y tu fuerza mental estén ahí
en abundancia, ese es el mejor momento para emprender ejercicios
espirituales.

El proceso es algo así como reservar un billete de avión
antes de emprender un viaje. Cuando llegas al
aeropuerto, después de haber reservado tu plaza, seguramente el viaje transcurrira sin contratiempos. En cambio,
por el contrario, si acudes al aeropuerto a
última hora, sin reserva previa, es probable que no consigas un asiento
en el avión. Todo depende del azar. Puede que tengas que ir por un camino más lento o que tengas que retrasar
el viaje. Lo mismo ocurre con las personas que empiezan
a pensar en asuntos espirituales en su edad madura. Ellos pueden o no ser capaces de avanzar espiritualmente de una manera significativa en ese momento de sus vidas. Pero si los
mismos individuos hubieran emprendido seriamente ejercicios
espirituales desde una edad temprana, estarían seguros del
éxito espiritual en sus ultimos años.

• No malgastes tu juventud

Si pierdes el tiempo disfrutando de los placeres de la vida
durante tu juventud, malgastando el poder de tu cuerpo y
tus órganos sensoriales, entonces si quieres alcanzar tu meta de fusionarte
con el Señor mas adelante, puede que no tengas esa oportunidad.
No tiene ningún sentido servir comida deliciosa a los demonios, y luego cuando han consumido todo lo que vale la pena, ofrecer las sobras al Señor. ¿Crees que eso complacerá a Dios? ¡No! Después de que todos tus poderes y capacidades han sido disipados por los demonios de la ira, la codicia, la lujuria y el orgullo, intentas ofrecer a Dios lo poco que queda. Pero esa ofrenda no será aceptada por Él. En este contexto, el Gita ha dicho
que la juventud es un periodo muy
importante que tiene que ser utilizado con gran cuidado para
avanzar espiritualmente.

Si has tenido algo durante mucho tiempo y lo das por sentado, puede que no aprecies su valor real. Sólo
cuando lo pierdes es cuando lo aprecias de verdad. Mientras tengas tus ojos, no sabrás del valor y lo precioso de ellos. Sólo te das cuenta de la importancia de la vista cuando la pierdes. De igual manera, cuando tienes buena salud y todas tus
facultades están en todo su esplendor, no comprendes
su verdadero valor. Después de haber perdido la salud, y cuando
tus facultades se han deteriorado, entonces te arrepientes
y te lamentas de que todas tus capacidades y poderes hayan desaparecido.

Pero lamentarse en ese momento es inútil. Durante la juventud
has permitido que los malos hábitos y los rasgos negativos se conviertan en
tus grandes amigos y arraiguen profundamente en ti.
Dilapidaste y usaste mal las capacidades que te fueron dadas siguiendo ciegamente tus deseos sensuales.
Más tarde, estos malos hábitos se convierten en tus principales enemigos en los ultimos años.

La mayoría de los jóvenes no utilizan correctamente su
discriminación. No intentan averiguar quién es su verdadero amigo y quién es su enemigo. Si sigues los sentidos y los bajos instintos, y no has usado tu inteligencia para discriminar, ¿hay alguna razón para llamarte un ser humano? Una vez que
entiendas el significado de la vida y
las nobles cualidades de un ser humano, los sentidos ya no podrán confundirte.

• Utiliza tu cuerpo por el bien de Dios

Hoy en día utilizas a Dios por el bien del cuerpo. No empleas tu cuerpo para adorar a Dios. Le rezas a Dios por buena salud cuando estás enfermo, pero no estás usando toda tu fuerza física y tus facultades para realizar a Dios. Te imaginas que tendras
tiempo más tarde para dedicarte a la adoración, y así sigues perdiendo el tiempo. Piensas que después del retiro de las actividades
podrás ocuparte de la contemplación
de Dios y hacer ejercicios espirituales. Tal vez pienses que
es mejor disfrutar de la vida y de los objetos del mundo mientras aún eres joven. Pero, ¿cómo puedes empezar a pensar en Dios cuando seas viejo,
después de haber perdido todas tus capacidades?
Si no utilizas ahora tus facultades y capacidades para adorar al Señor, luego será demasiado tarde. Cuando tu pelo se ha vuelto gris,
cuando apenas puedas moverte, cuando todos los órganos de los sentidos se hayan debilitado, ¿serás capaz de usarlos para adorar al Señor?
Debes acumular en la juventud todas las cosas que son necesarias para sentar una base sólida para un futuro feliz. ¿Realmente crees que es
posible pensar en el Señor sólo al final de la vida? No, no es posible. Pero
en lugar de eso te sumerges en los negocios, y continúas
con eso incluso después de retirarte, o pierdes el tiempo asistiendo
a clubes, y de muchas otras maneras disipas tu preciosa vida.

• No puedes comenzar una vida espiritual cuando la muerte está a la puerta

Un ama de casa observó una vez a su marido: “Al menos ahora, en tu vejez, ¿no deberías pensar en Dios?
Nunca te tomaste el tiempo de hacerlo antes debido a tus ocupaciones. Por favor, hazlo ahora”. El hombre de negocios respondió:
“No tengo tiempo ni para morirme, y menos para pensar en Dios”. No, el tiempo no espera a nadie. Por lo tanto, mientras tengas tiempo tienes que aprovecharlo como es debido.
El enemigo llamado muerte, junto con sus soldados llamados
enfermedades, estará esperando para librar una guerra contra tu cuerpo.
Los hombres mueren lastimosamente e indefensos cuando son atacados por la enfermedad y la muerte. Pero ningún ejército puede atacar a los que han
ganado la gracia del Señor. Por ello, durante la propia juventud tienes que ganarte la gracia de Dios
y equiparte para afrontar todos los desafíos de los enemigos cuando vengan a asediarte. Sobre todo, debes estar firmemente convencido de que este viaje de la vida va a ser largo. Cualquier otro viaje, ya sea en
autobús, tren o avión dura poco tiempo; no necesitas hacer demasiados preparativos. Pero para este viaje debes prepararte para todas las contingencias; de lo contrario, sufrirás mucho más tarde, cuando debas enfrentar problemas y dificultades reales.

En el compartimento de los trenes de mercancías utilizados para transportar
sustancias químicamente activas, se coloca un sello en el momento de la fabricación. Es el día en que ese contenedor ha agotado su
vida útil normal y debe devolverse al depósito para su reciclado. Lo mismo ocurre con el contenedor que es tu
cuerpo. Aquí también hay una fecha de retorno escrita por Dios mismo.
La gente olvida totalmente esta verdad. Si realmente quieres
disfrutar de todos los placeres de la vida en una etapa posterior, entonces
durante la juventud tienes que ganarte la gracia de Dios.

En el curso de la vida humana los primeros períodos de la
la infancia y la juventud son muy importantes. Si no te das cuenta
del gran valor de ese período de tu vida, estas destinado a desperdiciar tu
tiempo. Usas una copa de oro, adornada con preciosas gemas y joyas para un fin bajo, mezquino y despreciable.
Para alimentar el fuego de tus sentidos utilizas costoso sándalo como combustible. El vaso es muy precioso,
el combustible también lo es, pero la comida que estás eligiendo para
cocinar con su ayuda es insípida y sin valor. Un cuerpo precioso y un combustible tan sagrado se están malgastando
para disfrutar de cosas triviales e inútiles.

Fuente: Extracto de Discursos Divinos sobre el Bhagavad Gita, Agosto de 1984