PREGUNTAS A SAI SUTIL – La meditación no es una actividad, de hecho es un estado de “inactividad”

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En un Satsang celebrado en la divina presencia en Singapur el 23 de marzo de 2016, un devoto preguntó cuál es el enfoque correcto para practicar la meditación.
 
 
Swami respondió lo siguiente:
 
 
Pregunta: Swami, Tú dijiste que el Sadhana es importante, pero la meditación es igual de importante. ¿Hay un lugar determinado, como mirar hacia el sol, o hay alguna orientación que puedas darnos para practicar la meditación?
 
 
Swami: Primero, entiende qué es la meditación. La meditación no es una actividad, de hecho es un estado de “inactividad”. Tratar de practicar la meditación no te ayudará. Tratar de estar en un estado de meditación es a lo que debes apuntar. Para llegar a ese estado, al principio, podrás necesitar ciertas cosas como una habitación establecida, una colchoneta en especial, un tiempo determinado, una dirección específica, un mantra en particular o una técnica definida, pero todos ellos son para los primeros días. Cuando aprendes a andar en bicicleta, necesitas algo de apoyo – vas a un terreno vacío, aceptas la ayuda de otros, lejos del tránsito, para que puedas concentrarte mejor en tus habilidades de manejo. Una vez que aprendiste las habilidades, no importa el camino, la ciudad o el tránsito, no tienes miedo porque puedes salir por tu cuenta. De hecho, mientras andas en tu bicicleta, incluso hablas con tus amigos en otras bicicletas, pero no te concentras en ella; se vuelve natural y espontaneo para ti.
 
 
De manera similar, al principio, cuando quieres permanecer en un estado contante de comunión con tu Ser Divino, tendrás que esforzarte un poco, al igual que cuando aprendes a andar en bicicleta. Debes ir a una esquina silenciosa, preferentemente el mismo lugar para que seas consciente del terreno, al igual que lo hacen los que aprenden a andar en bicicleta; preferentemente en la compañía de las mismas personas con quienes has aprendido para que conozcas sus aspectos positivos y negativos; preferentemente en la misma dirección de siempre, y aproximadamente en el mismo horario, al igual que cuando aprendes cualquier otra cosa – vas a un lugar determinado, en un horario particular y con personas específicas, el mismo camino.
 
 
Se recomienda generalmente mirar hacia el este o al norte porque hay fuentes de energía positiva allí. El mundo es polar –positivo y negativo—entonces miras hacia lo positivo. Es como hablar con Dios. Cuando quieres hablar con tu esposa, miras a su rostro, y no al del vecino, ¿no es cierto? De la misma manera, cuando estás meditando, quieres mirar hacia una dirección, sentarse en una dirección, para que sea fácil. La idea es empezar con un lugar, una deidad cerca de tu corazón y orar a esa deidad para que te ayude a entrar en ese estado de meditación.
 
 
Esa deidad ha conocido el terreno, esa área, entonces puede guiarte y acompañarte. Puedes pedirle a cualquier deidad de tu elección, no tiene importancia. Pero con el tiempo debes visualizar la deidad que está afuera, adentro, hasta que se estabilice como una imagen quieta. No debe ir y venir; eso es porque tu mente está cambiando, pero si la ves con los ojos de tu mente, debes verla dentro tuyo, y lentamente sentirás que tú y la deidad son uno, porque todo tu ser o existencia se vuelven uno con la existencia de esa deidad. Debes proceder paso a paso. Primero, la luz está afuera tuyo; luego, la luz está dentro tuyo; finalmente, tú eres la luz. Esos son los tres pasos que puedes seguir. Concentración afuera, contemplación adentro y luego alcanzas el estado de meditación, que no es más que la unión con ese estado de bienaventuranza. Es fácil buscar orientación de un gurú, sea quien sea – una deidad, un gurú, y coloca una foto o una imagen y comienza con esa sensación dentro y lentamente siente que tú y él o ella – la deidad que elegiste – son uno.
 
 
Al principio, debes practicar, pero luego debe volverse espontaneo como andar en bicicleta. Donde sea que estés, incluso en el medio del trabajo más atareado que estés realizando en la oficina, aún tu mente debe permanecer constantemente en el estado de meditación. Esa persona no hace el trabajo. La autoría desaparece. El trabajo sucede espontáneamente, tal como cuando andas en bicicleta o manejas un auto, incluso como cuando le hablas a alguien en el auto, porque se vuelve natural para ti. Lleva tiempo. Con el esfuerzo y la Gracia de Dios, se puede alcanzar. Si eres sincero, definitivamente puedes lograrlo.
 
 
Fuente: Sai Vrinda
 
 
Nota: Esta es una traducción provisoria realizada por devotos voluntarios, como servicio de difusión. Las traducciones oficiales son efectuadas a su debido tiempo por la editorial Premamruta Prakashana, de Muddenahalli.