BAJO LA GUIA DIVINA … por Sri Madhusudan Naidu

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BAJO LA GUIA DIVINA …

por Sri Madhusudan Naidu

Muddenahalli, 4/12/2017

Pregunta: ¿Podrías decirnos estas dos cosas: primero, a qué hora te despiertas cada mañana y segundo, cuál es tu práctica espiritual? ¿Qué te ha dicho Swami que hagas?

Sri Madhusudan: Dado que viajamos la mayor parte del tiempo alrededor del mundo y las zonas horarias difieren, no hay una hora específica en la que me despierte todos los días. Algunos días, me levanto a las 6 a.m.; a veces me despierto más temprano; otras estoy cansado y me levanto mucho después. Depende de lo que hice el día anterior. Viajamos, hablamos, conocemos a mucha gente, nos fatigamos y Swami no nos ha indicado ningún horario. Inicialmente, cuando comencé en este camino, Él era muy estricto conmigo. Venía y me despertaba alrededor de las 4:30 a 4:45 a.m., lo hacia independientemente de la hora en que me había dormido, y me hacía pasar por ciertas prácticas. Me hacía lavarme la cara y los pies y me pedía que me sentara en la misma estera todos los días para orar. Me hacía encender una lámpara, luego me pedía que cerrara los ojos y meditara, mientras hablaba.

Entonces en mi meditación sólo estaba escuchando lo que Él decia. Era como una meditación guiada. Hacía esto todos los días durante casi 45 minutos por la mañana. Luego, me pedía que tuviera mi té, saliera a caminar y tomara aire fresco. Entonces volvía a mi habitación y me bañaba. Después me dirigía a la habitación de Swami y compartíamos algunas escrituras, como el Vivekachudamani, el Bhagavad Gita y similares. Swami comenzó enseñándome Vivekachudamani de Adi Shankaracharya. Cubrimos bastantes capítulos juntos, luego intercambiamos sobre diversos capítulos del Bhagavad Gita, verso por verso. A veces, daba un discurso espiritual general que duraba más o menos una hora. Entonces tomaba mi desayuno. Después del desayuno, me enviaba a trabajar o alguna otra tarea, tras lo cual volvía para almorzar. Le servía el almuerzo a Swami y compartia el mismo almuerzo. Luego me pedía que durmiera una siesta por la tarde, ya que me había levantado temprano, cosa que hago ahora.

Después de eso, volvía a estar a Su servicio para hacer lo que Él quisiera. Por la noche, me reunía nuevamente para una conversación personal durante una hora más o menos, durante la cual me daba mensajes, instrucciones u orientación. Estos fueron los primeros tiempos, cuando el trabajo era menor. Pasabamos la mayor parte del tiempo sólo hablando entre nosotros. Era muy estricto con lo que comía. De hecho, una vez me dijo: “No comas de la mano de tu madre, porque parte de su apego a ti vendrá a través de la comida”. Me decía qué comer y cuándo comer, también qué no comer. Especialmente me indicaba que no coma comida frita, que no comiera afuera y que no acepte nada de nadie. ¡Incluso tenía mi propia botella de agua! No bebía de ninguna otra botella. Nadie más podía sentarse en mi cama. Nadie podía acercarse a mi habitación. Me impuso muchas restricciones en los primeros días, lo que seguí meticulosamente. Ahora que el trabajo se expande y crece como sucede, ha sido muy liberal conmigo. Entro en su habitación cuando se supone que debo hacerlo. Hay un momento todos los días en que nos reunimos y charlamos, pero la mayoría de las veces se trata de trabajo; muy raramente discutimos temas espirituales. Sin embargo, disfruto cada vez que Swami habla sobre temas espirituales, como durante los viajes a los Himalayas, Mathura, Brindavan, etc. Es cuando podemos escuchar a Swami hablar de las más altas verdades espirituales de la manera más simple, y es cuando Él está en su mejor momento. Entonces, si me preguntas sobre alguna sadhana (practica espiritual) en particular, realmente no hay nada formal que haga, aparte de estar disponible para Él. Sin embargo estar disponible para Él, siempre me ha requerido un poco de sadhana, ya que tuve que dejar de lado todas mis ideas, amistades, asociaciones y aspiraciones, y todo lo que podría ser un obstáculo para estar siempre a Su servicio. Ser algo es fácil, pero ser nada es muy difícil. Eso es lo que Swami me enseñó a ser, como parte de mi sadhana.

Finalmente, antes de cerrar, debo decir algunas cosas a los hermanos estudiantes que están aquí, ya que muchos asuntos del mundo aún no han entrado en sus mentes y las han corrompido. Puede que sea el momento adecuado para que todos aprendan las cosas correctamente. Hermanos, antes de que muchas piedras estén atadas a sus pies, antes de que sus alas sean cortadas y no puedan volar más, este es el momento de despegar hacia el vuelo divino. Nos gustaría ver a nuestros estudiantes no sólo como Thyaga Jeevis (personas de sacrificio y servicio) o sevaks (servidores), sino también como Jeevanmuktas (autorrealizados), caminando sin miedo cual leones, sin temor a nada. Swami dice: “No olviden que son cachorros de león, no son ovejas. Incluso si se han perdido en un rebaño de ovejas, siguen siendo cachorros de león”. Creo que es hora de que los estudiantes logren eso, si tan solo pueden tomarlo en serio. Shraddhavan labhate jnanam: sólo aquel que es sincero alcanza la sabiduría. Es hora de poner algunos esfuerzos y el esfuerzo es imprescindible. Swami está allí para llevarnos muy rápido. Si ponen un poco de esfuerzo, un pequeño paso hacia Él, dará cien pasos hacia ustedes. Swami dijo que la gente se ríe de Él diciendo: “¿Por qué este Sai Baba está hablando de Advaita a estudiantes tan jóvenes?”, pero luego dijo: “Prahlada, Nachiketa, Dhruva y Markandeya alcanzaron a Dios a una edad muy temprana.Todos eran niños pequeños, pero pudieron hacerlo muy rápido porque aún no habían cerrado sus cabezas con ideas fantasiosas del mundo”. Por lo tanto, también es fácil para los jóvenes estudiantes, ya que sólo tienen obstáculos menores. Pueden aprovechar esta oportunidad para su mayor beneficio. Créanme, no es que si hacen esto, no pueden hacer nada más. Muchos jóvenes dicen, “Quiero convertirme en soldado pues deseo luchar contra los enemigos en la frontera y traer honor al país. Quiero volverme un oficial de IAS (servicio administrativo indio) y enderezar todo el sistema, eliminar la corrupción, terminar con la anarquía”, y todo eso. Luego, algunas personas dicen: “Quiero ser médico, ir al rincón más remoto de la tierra y tratar a los pacientes”.

Todo el mundo quiere ser un héroe, pero nuestras escrituras describen al héroe como alguien que va por el Atma y no por otra cosa. Eso es heroísmo, según nuestra cultura india. Entonces, si realmente quieres ser un héroe, “Atmano mokshartham jagat hitaya cha”, sé un héroe del tipo que se libera a sí mismo, además de emancipar al mundo de sus miserias. Swami dijo: “Si te levantas como el sol en el cielo, no tienes que hacer nada más; tu sola presencia cambiará el mundo entero. Sólo tienes que elevarte”. Alguien dijo: “Swami, me estoy enamorando de Ti”. Swami respondió: “No te enamores, crece en el amor”. Levántense como soles, soles espirituales en los cielos espirituales, y el mundo entero se cuidará solo.Tu presencia misma será redentora. Eso es lo que Swami aguarda de nosotros, cada uno de nosotros, especialmente de los estudiantes, porque se invierte mucho en ellos y se espera mucho de ellos. Tienen que elevarse, ¡no hay elección! Si creen que hay una opción, que “puedo ser o no puedo ser Dios”, ¡olvídenlo! Tienen que ser Dios, no hay elección. Sólo hay un camino: ese es el camino a seguir, ser Dios. No hay otra manera, no hay atajos laterales ni retroceso. Así es como uno debe pensar. Hay que quemar todos los puentes, porque no hay vuelta atrás de donde hemos venido. Swami tiene grandes expectativas de todos nosotros, por lo que no debemos decepcionarlo. Eso es muy importante. Sean héroes de esta naturaleza espiritual.

Cuando todo esto comenzó, un ex estudiante amigo mío me llamó para ridiculizarme. Dijo: “¿De qué tonterías estás hablando? ¿Por qué afirmas que Swami te habla y haces esto y lo haces por Él? ¡Qué pérdida de tiempo! No engañes más a la gente”. Entonces me sentí muy mal, no sé de dónde vino esta respuesta, pero así es como respondí: “Mira hermano, durante el último año, algunos de mis amigos se han casado y sus fotos están en todo Facebook. Algunos de ellos tuvieron hijos y lo están celebrando por Facebook. Otros recibieron promociones y lo están festejando en las redes sociales. Pero aquí estoy, haciendo lo que estoy haciendo. No sé si Swami me habla o si hablo con Swami, pero estoy orgulloso de eso, he pasado el año anterior no para obtener un ascenso o una esposa o una familia, sino ayudando a establecer un hospital donde las vidas de 500 niños han sido salvadas. Ese es mi logro. Además, dos escuelas fueron iniciadas y se admitió a unos cientos de estudiantes. Ya no estarán en las calles, no serán mendigos. No serán una carga para la sociedad; se pararán sobre sus propios pies y hasta ayudarán a otros.

Ese es mi logro para este año. Si crees que todo esto es un desperdicio, que es una tontería y un fraude, entonces que asi sea para ti, no me importa”. Esto es lo que le dije por teléfono. Este es mi logro; este es mi heroísmo. Estoy feliz, estoy orgulloso. Hoy, puedo golpearme el pecho y decir: “Pasé los últimos cinco años con un gran propósito”. En estos cinco años, mis amigos han ido de un Maruti a un Mercedes; de un apartamento de dos habitaciones a una villa; de una familia de dos a una de cuatro.Tal vez visitaron algunos lugares del mundo y consiguieron algunas recompensas en su haber. Ese es su logro; eso es todo de lo que pueden jactarse. Pero siento pena por ellos. ¡Qué derroche de cinco años! Podrían haber ayudado o salvado a algunos niños en algún lugar, si tan solo hubieran querido. Estoy muy orgulloso y cuando alguien pregunta: “¿Qué lograste?” Con mucha satisfaccion les cuento a mis amigos todo lo que hemos hecho y estamos haciendo. Por supuesto, ahora ya no me hablan, ¡y eso es algo bueno! Si se comunicaran, si alguna vez me llamaran, les daria esta respuesta: “Soy un héroe porque elegí a Dios por sobre todo lo demás, y eso me ha ayudado a conseguir mucho”. Estoy muy feliz y orgulloso! Entonces, quiero que cada uno de mis hermanos se sienta asi, como yo. Al final de sus vidas, deberían mirar hacia atrás y decir, “Esta fue una vida que valió la pena vivir. Esta fue una vida en la que cada momento fue saboreado y empleado de la manera más útil”.

Nos estamos quedando sin tiempo y, por lo tanto, responderé otras preguntas la próxima vez. Con el permiso de Swami, podremos reunirnos para tratar algunos de estos temas espirituales al menos una vez al mes. Muchas gracias por esta oportunidad. Sai Ram

Fuente: Tomado del libro, “Desde el corazón: Charlas con los residentes del Ashram”, por Sri Madhusudan Naidu