10.° Artículo de Sadguru Sri Madhusudan Sai sobre SANATHANA DHARMA

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  1. Cuatro divisiones en el Sanathana Dharma, según las ocupaciones 

Sadguru Sri Madhusudan Sai

 En el artículo anterior aprendimos acerca de las cuatro etapas, o asramadharma, en una vida de 100 años, tal como lo propone el sanatana dharma. La primera etapa es la de brahmacharya, que era una fase de aproximadamente 25 años de duración, empleada en la educación en un gurukulam; la siguiente etapa, grhasta ashrama, era la de jefe de hogar, cuando se lleva adelante una familia; la tercera era vanaprasta, en la cual se abandonaban los deberes de jefe de familia, para vivir en una ermita, sirviendo a la sociedad y al gurú. Finalmente, la última etapa era sannyasa, que era la preparación final para salir del mundo, mediante la renuncia y el desapasionamiento, mientras se practicaban estrictas austeridades. De esta manera, el sanatana dharma proporcionaba un planteo de cuatro etapas, con el cual vivir la vida de modo tal que, después de cumplir con los deberes individuales, familiares y sociales, se alcanzara la toma de consciencia de uno mismo y así la liberación del ciclo de nacimiento y muerte. Al mismo tiempo contempla la flexibilidad de adoptar directamente sannyasa si uno se siente así inclinado. ¿No es este el planteo más práctico y lógico que puede haber, para la vida y el vivir?

En el artículo de hoy aprendamos acerca de otro enfoque muy lógico y práctico para vivir en la sociedad, proporcionado por el sanathana dharma. Este tema puede sonar un poco espinoso en los tiempos actuales, en que la comprensión del sanathana dharma y sus tan sagrados principios son, en el mejor de los casos, inexistentes para la mayoría de las personas. Tal vez por esto mismo es aun más necesario entender esta idea bajo la más clara luz espiritual del sanathana dharma. Así como las cuatro etapas de la vida que permiten llevar una vida virtuosa mientras se progresa espiritualmente, el sanatana dharma también proponía cuatro maneras de vivir la vida, dependiendo en gran medida de las propias inclinaciones y disposiciones. Estos cuatro modos de vida se llaman Vamasrama Dharmas, es decir, tareas asignadas a las diferentes categorías, lo cual significa básicamente que las personas podían seguir cuatro diferentes caminos en la vida, según sus intereses, cualidades y tendencias naturales. La sociedad entera estaba así clasificada en cuatro varnas o categorías: Brahmana, Ksatriya, Vaisya y Sudra.

 Los brahmanas eran la clase intelectual o los eruditos, sobre los cuales recaía la responsabilidad de aprender y enseñar los Vedas y otros sistemas de conocimientos, preservando y propagando así diversas clases de conocimientos, desde lo espiritual hasta lo material. Los ksatriyas eran los responsables de proteger y preservar a la gente, mediante el poder militar y la perspicacia política. La tercera categoría era la de los vaisyas, quienes eran los comerciantes y empresarios, con la responsabilidad de distribuir los recursos equitativa y justamente entre todos los miembros de la sociedad. El cuarto grupo eran los sudras, artesanos y trabajadores, quienes se hacían cargo de la responsabilidad de proporcionar servicios a los demás miembros de la sociedad.

Hay muchas teorías que debaten el origen de esta clasificación de la sociedad. Aquí, más bien aprenderemos acerca de los orígenes divinos de este sistema, que data desde el génesis mismo de la creación entera, como se describe en el Purusasukta, del Rigveda (libro 10, himno 90). Este conjunto de versos imaginan a toda la creación como habiéndose originado del más temprano ser divino, llamado “purusa”. Muchos malinterpretan esto como el “hombre supremo”, adjudicándole involuntariamente el género masculino. Aclaro que la palabra purusa es una combinación de las dos palabras “puru” y “sha”. En sánscrito, Pura significa lugar o mansión, y sha significa residir o reposar. Por lo tanto, el verdadero significado de purusa es la residencia del supremo Dios, a quien conocemos ahora como Brahman. El simbólico primer ser fue llamado “purusa”, como se describe en el Purusasukta.

¿Qué dice el purusasukta de la organización de la sociedad en cuatro grupos? Este himno describe a los brahmanas como aquellos que se originaron del rostro o la cabeza del Supremo, simbolizando las capacidades intelectuales. Los ksatriyas nacieron de los hombros, indicando así la fuerza y el valor típicos de los guerreros y administradores. Los vaisyas, la clase de negocios, emanaron de la región media, que comprende el estómago y los muslos, simbolizando la producción y distribución equitativa de los recursos sociales, de la misma manera en que el estómago digiere y distribuye a todas las partes del cuerpo la esencia nutritiva del alimento. Finalmente, los sudras brotan de los pies, simbolizando los esfuerzos que aportaron para mantener en marcha la sociedad, y también que los pies ayudan a todo el cuerpo para su desplazamiento. Profundicemos un poco en esta idea simbólica, del cuerpo del supremo “purusa” y de las cuatro categorías de las personas en la sociedad. Como la cabeza, que piensa, aprende y asimila información y conocimientos, los intelectuales funcionan de la misma manera. Como los fuertes brazos que protegen al cuerpo entero y atraen cosas, así hacen los guerreros y gobernantes. Como el estómago, que recibe toda la comida ingerida por la boca con el uso de las manos, la digiere y distribuye a todo el cuerpo, nutriendo así a cada uno de sus miembros, así hacen los negociantes que mantienen en movimiento, dentro de la sociedad, los materiales y el dinero. Y, finalmente, así como los pies hacen el trabajo más duro, transportando el cuerpo entero y posibilitando que se realicen todas las demás acciones, de la misma manera la clase trabajadora proporciona servicios esenciales a toda la sociedad. Cada miembro tiene su propio papel que desempeñar para el bienestar de todo el cuerpo, y un cuerpo humano no distingue una parte de la otra como superior o inferior; así también, el sanatana dharma cree en la divinidad de toda la existencia y no adoctrina con la discriminación entre diferentes clases de personas.

En los comienzos, este sistema era sumamente flexible, no rígido. Según las cualidades inherentes de las personas, era posible desplazarse entre las categorías y por lo tanto perseguir los propios intereses en la vida y afinar las propias cualidades y capacidades, las cuales servían al doble propósito de contribuir positivamente al bienestar social y  ayudar a encontrar la plenitud espiritual. Aun a costa de la reiteración, diré que esta clasificación se basaba en las propias cualidades y capacidades inherentes para hacer ciertos tipos de trabajo, y no se basaba en el nacimiento. El Señor Sri Krishna, en el divino canto del Bhagavad Gita, declara: chaturvamyam maya srishtam guna-karma-vibhagashah: “Yo (como la suprema Divinidad) he creado las cuatro clases según su inherente capacidad para el trabajo”. (Capítulo 4, Verso 13). De modo que una persona cuya inclinación natural era intelectual, y que tenía un sincero anhelo de aprender, tenía permitido adquirir y propagar el conocimiento, incluso si la persona había nacido en una clase diferente a la de los intelectuales. De la misma manera, alguien nacido en el orden social intelectual podía escoger, según su inclinación, la búsqueda de intereses comerciales, etc.

La historia está llena de este tipo de ejemplos, en los cuales se hacía la transición desde una categoría a la otra, en base a las propias calificaciones e intereses. De hecho, Bhagawan Veda Vyasa, quien clasificó todos los Vedas y escribió los Puranas y el Mahabharata, había nacido de padre brahmana y madre sudra. Maharishi Valmiki, quien escribió el Ramayana, nació en una familia de ladrones de caminos. El rey Kaushika nació como ksatriya, luego renunció a su reino y se dedicó al estudio de las Escrituras y a austeridades espirituales, siendo conocido más tarde como el sabio Vishwamitra, caso similar al del rey Bhartrihari, autor de varios textos sagrados. Hubo Brahmanas, como Ravana, que se hicieron reyes; un rey, Harishchandra, trabajó como sirviente en un crematorio.

Lamentablemente, con el paso del tiempo esta prístina idea de la clasificación de las personas de acuerdo a sus cualidades inherentes, para un orden social armonioso y organizado, ha sido malentendido e incluso explotado por ciertas personas para su ganancia personal, distorsionándola hasta hacerla irreconocible, convirtiéndola en una herramienta para crear divisiones y desarmonía en la sociedad. Quien siga de verdad el sanatana dharma podrá ver a través de estas diferencias exteriores, percibiendo la innata unidad divina de toda la creación, tal como una persona puede ver sus propios miembros como partes de su ser.

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(Artículo publicado en el diario Vijayavani, publicación líder en idioma kannada, el 29 de junio de 2021)

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