LA REALIZACIÓN DEL SER ES UNA PRÁCTICA DE TODA LA VIDA – por Sadguru Sri Madhusudan Sai

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LA REALIZACIÓN DEL SER ES UNA PRÁCTICA
DE TODA LA VIDA
 
por Sadguru Sri Madhusudan Sai
 
El aprendizaje es una maravillosa bendición de Dios para todos. Aprender es vivir. Si dejan de aprender, dejan de vivir. Es tan cierto y tan simple como esto. Aparavidya (aprendizaje mundano), Paravidya (aprendizaje relacionado al Ser). Todo lo que aprenden en una clase de un profesor es Aparavidya. Paravidya se aprende en la vida, con la vida, mediante las experiencias de la vida. Ahí es donde empiezan a aprender las verdaderas lecciones de la vida. Eso es Paravidya. Observan la naturaleza, miren un amanecer, una puesta de sol. Miren las aves, vean el agua, el viento. Eso es lo que Dattatreya dijo: «Aprendí de 24 gurús». Y, ¿quiénes fueron sus gurús? Abejas, elefantes, peces, algún insecto. Aves, árboles… y sigue, serpientes. De ellos aprendió Dattatreya. Él paseaba por el bosque. No tenía preparada una sala de clases y a nadie a quien enseñar. En aquellos días era diferente: no habían clases online.
 
Shankaracharya dice con mucho énfasis: «Hagan lo que quieran, cualquier cosa que sea, bhajans, actividades, leer todo tipo de escrituras Védicas, lo que gusten y alaben a Dios, pero si no realizan quiénes son, no habra mukti (liberación)».
Aunque logren el estado de Samadhi por un día o dos, medio día, un minuto, nada está garantizado. No hay garantía de que no volverán a caer en sus antiguos hábitos. La única garantía que dan las escrituras, todos los rishis, todos los munis, todos los vedantinos es: «Cuando realizas quién eres, ese estado es permanente». De otra forma, no existe garantía.
 
Si pasan 23 horas en distracciones, se vuelven buenos es esto, ¿correcto? Si practican la meditación durante 20 minutos, en un día pasarán 23 horas y 40 minutos practicando distracciones. Cualquiera que practicara algo, digamos piano, durante 23 horas y 40 minutos por 7 días a la semana, 365 días al año, ¿cuál sería su nivel de habilidad en tocar el piano? O sea que de manera natural será muy buen pianista. Así, si ustedes en la vida diaria practican 23 horas y 40 minutos la idea de que son el cuerpo, la mente, todas estas emociones, estas relaciones, esta identificacion, ¿cómo es que 20 minutos de meditación va a cancelar todo esto? Díganme. ¿Cómo van a hacer que la balanza se incline hacia este lado? ¿Cómo es posible? No es posible, porque están practicando lo que no deben durante un tiempo más prolongado, y lo que realmente son lo están practicando por muy poco tiempo. Entonces, ¿qué dice Swami? «¡Oh! ¿Deberíamos meditar todo el día?» Aunque trataran, no podrían.
 
Entonces, encuentren un rincon tranquilo, siéntense y mediten. Pueden meditar 20 minutos, 30 minutos, 40 minutos, el tiempo que esté al alcance. Eso quiere decir que tienen que tomar tiempo de otras prácticas. Lo que digo es: «Tomen tiempo de otras prácticas, como ‘yo soy el cuerpo, soy la mente, soy el cuerpo y soy la mente’. Eso es lo que tienen que practicar. Tomen tiempo de eso y pónganlo en la meditación, ‘Yo soy divino, soy divino’. Tomen tiempo del sueño y úsenlo en meditar, y se darán cuenta después de un tiempo que no necesitan dormir tanto. Los rishis y munis casi no duermen. ¿Por qué? Porque son yoguis, nunca se cansan. Siempre están llenos de energía.
 
Todo estará bien para ustedes. Se darán cuenta de los cambios que ocurrirán dentro. Ya no estarán guiados por los sentidos, siempre los guiará la Conciencia que está en todo. Lo que digo es que Brahman, esa idea de Conciencia, está en todas partes. Esto es lo que deben continuar practicando. ¿Cuánto tiempo tienen que seguir practicando? Tienen que hacerlo hasta que se realicen. ¿Cuánto tiempo permanecerán como estudiantes en esta clase? Hasta que se vuelvan maestros. Sigan practicando, continúen practicando. No digan: «He practicado veinte minutos durante treinta días y, ¿dónde está mi realización del Atma, mi auto-realización? Esto no llega así.
 
Deberían estar meditando constantemente en «Yo soy Dios. Soy divino. Esa es mi verdadera naturaleza». El cuerpo y la mente son instrumentos. Los llaman karana (instrumentos). Los instrumentos externos (bahir karana) son las extremidades. Los instrumentos internos (antar karana) son la mente consciente e inconsciente (buddhi y chitta). Todos esos son los instrumentos que tengo que usar. Yo no soy ellos, ni ellos son yo. Mi única conexión y relación con ellos es que me pertenecen. Y debo usarlos como se requiere. Si se necesita una aguja, se utiliza la aguja. Si es un cuchillo, se usa el cuchillo. Sólo porque ustedes tienen piernas no quiere decir que estén caminando todo el tiempo, ¿verdad? No porque tienen lengua tienen que estar hablando todo el tiempo. No porque tienen oídos tienen que estar oyendo todo el tiempo, o mirando todo el tiempo teniendo ojos. No, no es necesario. Cuando utilizan su cuerpo, mente e intelecto sólo cuando es necesario, entonces son yoguis. Porque ahí estan bajo control. Ellos no los controlan.
 
Los animales se mueven por sus instintos, sus cuerpos los controlan. Sus mentes los controlan. Sus instintos también. Nosotros, como seres humanos tenemos una ventaja: la habilidad de controlar nuestra mente y nuestro cuerpo. Pero todo esto requiere práctica. Incluso el tener equilibrio sobre una bicicleta requiere práctica. Practiquen repetidamente y con perseverancia (abhyasa).
 
Regresemos al primer peldaño: practicar, practicar, practicar. Tres secretos para el éxito: práctica, práctica, práctica. Práctica continua y sin interrupciones, por largo tiempo hasta establecerse con firmeza (abhyasa yoga). Practiquen este yoga. Krishna dijo lo mismo en el Bhagavad Gita: «control de la mente». Lo mismo, práctica continua sin interrupciones (abhyasa) y desapego (vairagya). Krishna declaró: «práctica constante y desapego». También para Patanjali era práctica constante y desapego. Este es el camino hacia el progreso.
 
Practiquen todo esto. Si no se les diera en un día, si no se diera en un año, incluso si no se diera en esta vida, no tiene importancia. Porque de todas maneras se redimirán en alguna otra vida.
 
Sólo practiquen, practiquen y practiquen. Se requiere esto. Un cantante decía: «Si dejo de practicar un día, lo notaré. Si dejo de practicar una semana, lo notará mi esposa. Si dejo de practicar un mes, el mundo entero se dará cuenta en mi tono, en mi voz, en mi canto, que no practiqué. Uno mismo notará si pasa un día sin practicar. Ustedes mismos se darán cuenta si pasan un día sin hacer la meditación. Pensarán: «hoy mi mente no está estable, está muy reactiva y salta intranquila. No siento esa plenitud, sino un vacío dentro». Esta reflexión debería conducirlos directamente al estado de meditación.
 
Así que la única manera de salir de toda esta confusión es la pureza de la mente (chitta shuddhi). La pureza de la mente es el resultado del servicio desinteresado (seva), de la práctica espiritual (sadhana) y de la devoción (bhakti). Cuando el corazón se vuelve puro, refleja lo divino sin esfuerzo.
 
Desarrollen estos hábitos sencillos, día a día, estos hábitos diarios que deben ser los hábitos del ashram y que deben ser los hábitos de cualquier residente del ashram. En cualquier etapa de la vida en la que se hallen, ya sea que sean estudiantes o estén retirados, debieran tener estos hábitos básicos. Practicar la verdad quiere decir quitarle tiempo a la práctica de la no-verdad y entregárselo a la práctica de la verdad.
 
Cada vez que la mente se esté deslizando hacia la no-verdad, redirecciónenla de nuevo, es decir recojan la mente y los sentidos (prathyahara). Ya lo han estado haciendo. Hagan de ello un hábito. Estos 30 días … tienen que convertirse en un «para siempre» en sus vidas. Tiene que ser su camino en la vida.Ya no deben desviarse.
 
Y conserven estas palabras que Yo les entregué. Escúchenlas, atesórenlas, recuérdenlas, medítenlas, venerenlas y la gracia de Dios estará ahí en abundancia. Él quiere que todos realicen su Ser. ¿Acaso Dios no quiere que se realicen? Es lo único que Él quiere. Él estaría muy feliz. En el momento en que alguien se realizara, Él diría: «Alguien está tratando de conocerme, de alcanzarme» y se pondría tan feliz. Y se entregaría a Sí Mismo al deseo del aspirante. Él quiere que todos se realicen, si no, ¿por qué crearía este mundo? Lo creó para que pudieran saber que Él existe. Por lo tanto, si ustedes hicieran un poquito de esfuerzo, Dios estaría feliz.
Miren este bello entorno y en cada elemento que vean, traten de ver a Dios, a Brahman.Traten de ver en todo Su mano oculta.Traten de verlo escondiéndose, como Krishna que se ocultaba detrás de las puertas. Y practiquen el silencio, mounam. El silencio es muy, muy importante. Afuera, silencio. Adentro, silencio. Silencio interior significa ni siquiera estar leyendo o garabateando por ahí. Si la boca estuviera cerrada, pero la mente siguiera activa, corten con sus contactos no necesarios y con las redes sociales. No son requeridos. Lean lo que es necesario, todo el resto distrae su mente. El pensamiento zigzaguea y perturba la práctica espiritual, su sadhana y su meditación.
 
Así que, practiquen de una manera regular. Esa es la clave. La constancia es la clave. Si lo hacen de manera regular, lo lograrán sin ninguna duda. Dado que las circunstancias son tan favorables; el tiempo, el adecuado; y el umbral, bajo…«Si no es ahora, entonces, ¿cuándo?» le dijo Jesús a su madre. Si no es aquí, entonces, ¿dónde? Si no es de esta manera, entonces, ¿de cuál otra? Estas son las preguntas que tienen que hacerse y tienen que seguir Mis instrucciones de forma rigurosa.
 
Fuente: Extracto de la serie “Domina la Mente” – Episodio 30, por Sadguru Sri Madhusudan Sai ( Muddenahalli, Junio – Julio 2020)