CADA UNO EDUCA A UNO
(E1E1= Each one Educates one)
El ingeniero Karthik Patel construye en Muddenahalli y cuenta cómo Swami lo educó y cómo ahora él ayuda a educar a la siguiente generación.
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MI VIDA
UN REGALO DE MI MAESTRO
Por Karthik Patel
Ofrezco mis saludos reverenciales a Bhagavan Sri Sathya Sai Baba; un Avatar Divino que tocó millones de corazones y vidas, y la mía también, guiándome por el camino del amor y el servicio. Humildemente ofrezco mi más sincero agradecimiento a Sadguru Sri Madhusudan Sai, el fundador de la Universidad Sri Sathya Sai para la Excelencia Humana y el Instituto Sri Madhusudan Sai de Ciencias Médicas e Investigación, India.
Soy de Kadur en Chikkamagaluru, Karnataka. Me llena de alegría compartir con mucho amor y gratitud, mi hermoso y preciado viaje que me ha convertido en lo que soy hoy.
Me uní a las Instituciones Educativas Sathya Sai Loka Seva en Sathya Sai Grama hace quince años, como estudiante de octavo grado. Sathya Sai Grama, una aldea global hoy, era una aldea desconocida en ese entonces. Cinco años de escolarización en la Institución Sri Sathya Sai Loka Seva sentaron una base firme para mi vida. Las dulces semillas del “Amor a todos” y del “Amor a Dios” fueron sembradas en la tierra fértil de mi tierno corazón. Lento pero seguro, el sistema de educación de Gurukula forjó a partir de mi exterior tosco y crudo, una obra de arte que sintetizó la cabeza de Adi Shankara, el corazón de Buda y las manos de Janaka. No solo eso, la Institución también me brindó una buena base académica que eventualmente me ayudó a obtener un título en Ingeniería. La institución encendió en mí el amor por las bellas artes y el deporte también, convirtiéndome en una personalidad integral.
Esos cinco años memorables en Gurukulam me empoderaron con bondad, pensamiento inteligente, habilidades sociales y habilidades de comunicación efectiva, todo sin cobrar un centavo por estos regalos invaluables.
Esto tuvo un impacto tremendo y duradero en mi personalidad. Decidí que el Amor puro y desinteresado que había recibido de esta institución es lo que quiero devolver a la sociedad. Hoy, el amor es mi moneda y el servicio desinteresado es la transacción de mi vida.
En 2012, cuando tuve que regresar a mi ciudad natal, Chikkamagaluru, para estudiar ingeniería, me sentí como un pez fuera del agua. Mi corazón estaba casado con los ideales de mi institución y experimenté una metamorfosis extraña pero emocionante durante este período de ausencia. Las oraciones profundas y sinceras y la confianza inquebrantable de que me guiarían por el camino que amaba mantuvieron mi vida en marcha. Cuando oramos, Dios está listo, y cuando nosotros estamos listos, Dios Entra. Cuando estuve listo, mi Maestro, Sadguru Sri Madhusudan Sai, entró en mi vida. Él tomó el control del volante de mi vida y en pocos días me transfirieron a la Facultad de Ingeniería y Tecnología Nagarjuna en Devanahalli, una ciudad cercana a mi alma mater en Sathya Sai Grama. Sin detenerse en eso, mi Maestro también guió a mi familia a mudarse a Sathya Sai Grama, Muddenahalli, y nos bendijo con alojamiento dentro del ashram. Mi deseo más íntimo se cumplió y mi sueño se hizo realidad, con la ventaja adicional de que mi familia también se unió a mí.
Para entonces, el campus rural silencioso y solitario había comenzado a crecer rápidamente, metamorfoseándose en un Ashram global que atraía a miles de servidores socialmente despiertos, luminarias sociales y políticas y varios miles de personas más que, como yo, fueron tocadas por la vida de Bhagavan Baba. Hubo una serie de construcciones en todo el recinto del campus y se me permitió ser miembro del equipo de proyectos de construcción. Con esto, mi sed de servir comenzó a saciarse. Como ingeniero civil en ciernes, recibí la mejor exposición posible que uno podría esperar desde mi quinto semestre en la universidad de ingeniería. Tuve la suerte de interactuar con algunos de los arquitectos, ingenieros, consultores y gerentes de proyectos, incluso antes de que comenzara mi pasantía de dos años. La combinación de aprendizaje en el aula y la tutela sobre el terreno, de profesionales experimentados, me inculcaron una tremenda confianza en mí mismo junto con una extraordinaria orientación práctica. Al finalizar mi licenciatura con distinción en 2016, comencé a trabajar a tiempo completo en el equipo de proyectos de la institución, bajo la guía y las bendiciones de mi Maestro.
¡Ahora tenía un trabajo que disfrutaba muchísimo, y me pagaban por lo que disfrutaba! Mientras continuaba haciendo lo que más me agradaba y sentía que tenía todo lo que uno puede aspirar, mi Maestro me guió para inscribirme en la maestría en Tecnología y tomar Ingeniería Estructural como mi tema principal. Con el continuo apoyo y guía que recibí de Él, completé mi Maestría, nuevamente con distinción. ¡Aquí estaba yo, habiendo recibido mi educación, instrucción profesional, exposición práctica y experiencia, todo conferido por la institución como un regalo de mi Maestro, quien verdaderamente es una Institución en Sí Mismo!
Bueno, ¿esto es solo sobre mí? ¡No, en absoluto! Tengo cinco hermanos más que también son ingenieros, habiendo sido bendecidos con una experiencia y oportunidad similar en la vida. Otros ocho de ellos actualmente están estudiando ingeniería y recibiendo la misma exposición práctica y capacitación que los demás recibimos.
Ahora es nuestro turno de ser bendecidos con la oportunidad de capacitar a estos ocho jóvenes en el camino del aprendizaje y el servicio, involucrándolos en todos los proyectos en curso. Y así, a medida que crecen, ¡nosotros también seguimos creciendo junto con ellos! Me siento orgulloso de ser parte de esta institución caritativa que ha establecido numerosas iniciativas de bienestar social en los dominios de salud, educación y nutrición rural.
Actualmente, me desempeño como Ingeniero Senior en nuestra organización y también llevo a cabo mi investigación sobre el uso de la inteligencia artificial en la industria de la construcción. La organización de programas y eventos, las relaciones públicas, la creación de redes, la formación de estudiantes y las iniciativas de desarrollo comunitario son algunas de las otras actividades en las que participo, además de mi trabajo e investigación habituales. Las invitaciones de otras ONG y organizaciones gubernamentales para participar en seminarios técnicos y presentaciones sobre planificación de ciudades inteligentes, como profesor invitado y también como miembro de la Junta de Estudios, son algunos de los otros compromisos que enriquecen el viaje de mi vida.
Mi más profundo agradecimiento a mi institución y a mi Maestro que me ha capacitado personalmente en varios aspectos de la construcción, gestión de proyectos, estética civil, diligencia, dignidad personal, humildad y elegancia, manteniendo los estándares organizacionales, siendo sensible a la dinámica del lugar de trabajo y siendo desinteresado y sin miedo. Hoy puedo decir con humildad y confianza que, a una edad tan temprana, estoy totalmente capacitado para tomar decisiones mientras gestiono múltiples proyectos y equipos. El regalo de la educación basada en valores ha transformado y empoderado a un niño de pueblo común, que es ahora un testimonio vivo de lo que el desinterés puede lograr en los jóvenes.
Estaré fallando en mi deber si no ofrezco mi gratitud a mis maestros, mi madre, mis simpatizantes y, lo que es más importante, a todos esos filántropos desconocidos que voluntariamente y desinteresadamente se ofrecieron para ayudar a algunos niños pequeños desconocidos de orígenes humildes, con la firme fe y confianza de que el don de la educación holística basada en valores otorgaría a esos niños una vida empoderada dedicada al servicio de los menos atendidos y los desatendidos, para el mejoramiento del mundo. Su confianza no será en vano, porque aquí estamos para hacer el mejor uso posible de ese regalo, pagándolo a nuestros hermanos y hermanas menores y comprometiéndonos con la causa de Aatmano Mokshartham, Jagat Hithaya Cha.
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