DESARROLLEN FIRME FE EN EL PRINCIPIO DEL ATMA – por Sri Sathya Sai Baba

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DESARROLLEN FIRME FE EN EL PRINCIPIO DEL ATMA

por Sri Sathya Sai Baba

Navidad, 25/12/2008

¡Encarnaciones del Amor!

¿Qué puede decirse acerca de Jesucristo que no haya sido dicho ya? Hoy es Navidad, el sagrado día en el cual Jesus nació hace unos dos mil años atrás. Todos ustedes lo saben.

Todo lo que vemos, escuchamos y hacemos es como si fueran escenas de un sueño que pronto desaparecerán. Desde luego, son ciertas mientras duermen.Tan pronto despiertan o caen en el sueño profundo, simplemente desaparecen. Similarmente, todo lo que ven, oyen y hacen en el mundo objetivo también es como las escenas oníricas. Es irreal y sujeto a constante cambio. El Principio Átmico (Atma Tattva) es la única entidad permanente en los tres períodos de tiempo, es decir, pasado, presente y futuro, como asimismo en los estados de vigilia, soñar y sueño profundo. Este Atma Tattva es amor. De hecho, el amor nace únicamente del Atma.
Deben recordar constantemente al amor, que es la verdad eterna. No son una persona, sino tres: la que piensan que son, la que otros piensan que son, y la que son realmente. Esa es su verdadera naturaleza. Dicen “este es mi cuerpo, esta es mi mente, este es mi intelecto, esta es mi memoria”, etc. Mas ¿quién es este “mi”? Lamentablemente, hoy nadie se hace esta pregunta. Cuando dicen “mi cuerpo”, están separados de su cuerpo. Dicen, “esta es mi casa”. Pero ¿quiénes son ustedes? Deben encontrar la respuesta a esta pregunta.

¿Cuánto va a durar esta casa que ustedes dicen es suya? Es seguro que, tarde o temprano, será una ruina.Todos estos objetos mundanos están sujetos a cambio y destrucción.
No existe sino una entidad inmutable y es el Principio de Brahman (Brahma Tattva). Este es el amor. Con sólo conseguirlo, podrán controlar todo lo demás. Hacia dondequiera que miren hoy en día, no hay sino deseos, deseos y más deseos. Deben poner un límite a estos deseos. Sólo entonces se volverá estable su mente. Dicen “quiero esto, quiero aquello”. Así, desarrollan muchas necesidades. Pero todas son como nubes pasajeras. ¿Por qué habrían de multiplicar su necesidad por estas nubes pasajeras? Al final, nada les acompaña en el momento de dejar su cuerpo mortal.

Hubo grandes reyes y emperadores que gobernaron este mundo. Sometieron varios países y acumularon ilimitadas riquezas. Hasta Alejandro el Grande, quien conquistara varias partes del mundo, no pudo llevarse siquiera una ínfima parte de la riqueza que había acumulado.Tuvo que dejar este mundo con las manos vacías. A fin de demostrar esta verdad, instruyó a sus ministros que llevaran su cadáver en procesión por las calles de la capital manteniendo ambas manos levantadas, apuntando al cielo. Cuando los ministros quisieron conocer la razón para esta extraña petición, les respondió: “He conquistado varios países y acumulado enorme riqueza. Hay un vasto ejército bajo mi mando. Sin embargo, nada de esto me acompañará cuando yo deje mi cuerpo. Me voy con las manos vacías. Esto debe mostrársele a todo el pueblo”.

¡Encarnaciones del Amor!

Por supuesto que la gente debe tener ciertas comodidades para este cuerpo físico y satisfacer algunos deseos que son necesarios para su vida diaria. Aunque, lamentablemente, estos deseos están alcanzando un punto de insaciabilidad. Puede que vivan por unos pocos años o por cien años en este mundo físico. Un día u otro, el cuerpo tendrá que desecharse. Por lo tanto, no cultiven deseos ilimitados.

Algunas personas tienen un intenso deseo por tener la visión de Dios. ¿Dónde está Dios? Todos ustedes son encarnaciones de la Divinidad. Dios no está separado. Los hombres son más valiosos que toda la riqueza en el mundo. Dios está en la forma humana.
Vemos tres clases de seres en el mundo: animales mansos, bestias salvajes y seres humanos. Uno habrá de analizar por sí mismo si pertenece a la categoría de los animales, las bestias o los seres humanos. Si piensan que son seres humanos, entonces deberian cultivar valores humanos, llevar una vida humana y desarrollar pensamientos humanos.

En primer lugar y ante todo, la verdad es un valor humano. La verdad no sufre ningún cambio en los tres períodos de tiempo – pasado, presente y futuro. La verdad es siempre verdad. Deben desarrollar fe en esa Verdad.Todo lo demás sufre cambios.
“El amor es Dios, vivan en el amor”. De hecho, su vida entera es nutrida y mantenida por el amor. Cuando la verdad y el amor van juntos, el resultado es la no-violencia. En donde hay amor, la gente no peleará entre si, no se enojará con nadie. Si desarrollan amor, consideran a todos como sus hermanos.

“Así como sea el sentimiento, así es el resultado” (Yad bhavam tad bhavati). Por esto deben cultivar sentimientos nobles. Lo bueno y lo malo surge únicamente de sus propios pensamientos.
Supongan que son felices – ni siquiera esto es causado por Dios. Esto también se debe a sus propios pensamientos. Por consiguiente, en primer lugar y ante todo, deben purificar sus pensamientos. Cuando desarrollan pensamientos puros, sus vidas serán felices y apacibles. En donde haya pureza, allí estará la Divinidad. Lamentablemente, hoy en día la Divinidad está siendo fragmentada y diferenciada en nombre de la religión. En donde la unidad, la pureza y la divinidad vayan juntas, la vida será feliz.
Dios no es responsable de sus buenos ni malos pensamientos. Sólo ustedes son responsables por ambos. Si tienen malos pensamientos, serán de su propia hechura.Todo es de la medida de uno. Lo mismo es el caso con los buenos pensamientos.

No puede haber Divinidad sin humanidad. La humanidad debe ser santificada. Los seres humanos han de cultivar valores humanos. Sólo entonces pueden alcanzar el status divino.
Los sentidos crean inestabilidad en nosotros. De muchas maneras nos llevan por malos caminos. Sin embargo, cuando nuestra mente es pura, nos conduce por el camino noble. Por lo tanto, mantengan siempre frescas y puras sus mentes.

No piensen que Dios está apartado de ustedes. Están confundidos porque piensan que están separados de Dios. Su fe en Dios debe ser siempre firme e inmutable.

Hoy en día, el mundo enfrenta mucha inquietud. La gente está entregándose a actividades pecaminosas. ¿Cuál es entonces el rol de ustedes en la situación actual? No necesitan hacer nada más. Sólo hagan Namasmarana, es decir, contemplen y canten incesantemente el nombre de Dios. Contemplen en su Ser interno. Permanezcan calmos e imperturbables en todo momento. Mantengan la actitud de que sea lo que sea que suceda es sólo para su propio bien. Si por otro lado cavilaran constantemente sobre que fulano hizo tal cosa y zutano tal otra, no lograrán sino desarrollar odio en contra de otros. Contemplen, en cambio, constantemente en Dios con una mente calma y firme. Nunca pierdan su valor y fortaleza. Si mantienen estas, las preocupaciones mundanas no podrán afectarles en lo más mínimo ni causarles temor o ansiedad.

El cuerpo físico está expuesto al nacimiento y la muerte. Es su naturaleza.
El Atma es eterno, sin nacimiento ni muerte. No tiene principio, medio ni fin.
Es omnipresente y es el eterno testigo. (Poema en telugú).

Hoy día nos entregamos a pensamientos negativos en relación al cuerpo. Nunca alberguen tales pensamientos. El cuerpo físico es como una burbuja de agua. La mente es como un mono loco. El cuerpo está destinado a perecer tarde o temprano. Por ende, no confíen en el cuerpo físico. No crean en su mente.

Desde luego que deben cuidar adecuadamente su cuerpo mientras viven; pues el cuerpo les permite llevar su vida. Luego, se desprende espontáneamente. Nadie vive en este mundo de manera permanente. Existe una sola entidad que es permanente: el Atma.
La gente dice, “mi mismo, mi mismo” y “yo”, “yo”. Esta sílaba única “Yo” es el verdadero Atma o Sí Mismo. Por lo tanto, desarrollen una fe y devoción sin dobleces.

Lamentablemente, las personas cambian de fe cada tanto. Cuando están en dificultades, responden de una manera. Si pasan por tiempos mejores, su comportamiento será enteramente diferente. Esto no debiera suceder. Amor, amor, amor – esa es la única cualidad invariable. Deben cultivar tal amor inmutable.

La fe en el Sí Mismo interno constituye la base de todo en este mundo. Jesús fue crucificado en la cruz. La Madre María no podía soportar esa escena y lloraba inconsolablemente. Jesús entonces observó, “¿Por qué lloras? Esto es natural. Lo que ha de suceder, sucederá. No derrames lágrimas”.
Jesús les ayudó a los pescadores de muchas maneras. Les dio pan. Una vez, los pescadores no pudieron capturar ni un solo pez. Jesús entonces llamó a Pedro y dijo, “Pedro, trae la red de pescar y sígueme”. Les ordenó a los pescadores echar la red en un lugar particular. Hubo una captura tan grande que ni todos los pescadores juntos pudieron arrastrar la red a la playa. Es así, que Dios puede hacer cualquier cosa por Su Voluntad Divina.

Todo no es sino el don de Dios. Uno ha de realizar este hecho y, concordantemente, desarrollar fe. Si están disfrutando de buenos tiempos, es el don de Dios. Si por otra parte, están pasando por tiempos difíciles, es también el don de Dios. Deberian tener una fe así de firme.
Acepten todo como un don de Dios. Si encontramos algo malo, expresamos disgusto y decimos, “¡No quiero esto!” No hagan eso. Hay algo bueno hasta en lo malo. Lo bueno y lo malo son como el anverso y el reverso de la misma moneda. Sólo el momento en que ocurren difiere.
Lo que debemos hacer en el mundo actual es rezarle constantemente a Dios. Compórtense siempre con humildad y fe en Dios, pensando que “todo es don de Dios y que Dios es el hacedor de todo”.

¿Dónde está Dios? Esa es la pregunta que los escépticos a menudo hacen. Dios está en ustedes, con ustedes, por encima y por debajo de ustedes y alrededor de ustedes. Él es el Morador dentro de su corazón (Hridayavasi). Su Atma no es en verdad otro que Dios. Por consiguiente, no necesitan buscar a Dios en otra parte.
Repiten los nombres de Rama y Krishna, identificando así a la Divinidad con un nombre y forma en particular. Aquello que está más allá del cuerpo, que está más allá del nombre es la Divinidad. La Divinidad no tiene nada que ver con el cuerpo físico. El cuerpo físico puede subsistir sólo por un período limitado. Sufre constantes cambios.

Las personas desarrollan ego en base a sus capacidades físicas e intelectuales, sus riquezas y bienes. Es también común ver como asoma el ego su cabeza en posiciones de poder. Todo ésto desaparecerá en un tris. Hasta su cuerpo perecerá.
Lamentablemente, en estos días, la gente considera las efímeras posesiones mundanas como duraderas mientras ignora las cosas realmente permanentes. Por esto, dénse cuenta de la verdadera naturaleza del Principio del Atma.

La Divinidad está mas alla del cuerpo. Por consiguiente, no traten al cuerpo físico como permanente. No obstante, mantengan la salud del cuerpo mientras vivan. No lo descuiden, pensando que está destinado a perecer un día u otro. Tienen que velar por el bienestar del cuerpo hasta su último aliento. No es asunto suyo lo que le suceda después.

¡Encarnaciones del Amor!

No necesitan ir en busca del Atma. Es omnipresente – detrás de ustedes, con ustedes, alrededor de ustedes y por encima de ustedes. La gente no pone su fe en dicha conciencia Atmica omnipresente; ansía cosas efímeras. De modo que, en primer lugar y ante todo, deberán inquirir en qué es permanente y qué no lo es. Pregúntense, “¿Quién soy yo?” La respuesta viene, “Soy un ser humano”.

Si se consideran un ser humano, deben tener cualidades humanas.
En consecuencia, debemos cultivar tales cualidades. ¿Cuáles son éstas? Verdad, paz, amor y no violencia. Para desarrollar la cualidad de la no violencia, deben cultivar primero el amor. Donde haya amor, habrá no violencia. Similarmente, el amor, la paz y la verdad son todas interdependientes. Cuando el amor y la verdad van juntos, la paz es el resultado. La verdad es una cualidad divina innata.
No hay ser humano en este mundo en quien no esté presente la verdad. Es triste, pero hoy en día estamos más interesados en la falsedad que en la verdad.

Es desafortunado que la gente ponga más confianza en medidas temporales y paliativas, que en desarrollar una fe firme en la Divinidad. No tomen a la Divinidad a la ligera. Llámenla por cualquier nombre – Rama, Krishna, Jesús o Alá. Dios es uno. “La verdad es una, pero los sabios se refieren a ella por varios nombres” (Ekam sat vipraha bahuda vadanti).

Mantengan a Dios siempre al frente. Si contemplan en Dios pueden lograr la victoria en todos los campos.
Un ser humano debe tomar conciencia de su fuerza y grandeza innatas.
La filosofía Vedanta exhorta al ser humano a realizar su verdadera naturaleza mediante un proceso de indagación en sí mismo. Si inquieren haciendo la pregunta “¿Quién soy yo?”, llega la respuesta, Aham Brahmasmi (Yo soy Brahman). Deben recordarse constantemente, “Yo no soy un ser humano. En verdad, soy Dios”.
Desarrollen fe en el principio del Atma. El Sí Mismo en ustedes es el Ser supremo. Si ese Sí Mismo supremo está presente en su cuerpo, ¿por qué habrían de temerle a alguien?

¡Que todo el mundo contemple en Dios incesantemente!
No se dejen confundir con los nombres. Pueden contemplar en cualquier nombre.

Se han reunido todos aquí con gran devoción, amor y fe. Mantengan ese sentimiento de amor. Recuerden constantemente, “¡Yo soy Dios!” con un sentimiento de amor por Dios. Si alguien les pregunta su nombre, no respondan, “soy fulano de tal”. En lugar de eso respondan, “Yo soy Dios”. No solamente yo, ustedes también son Dios.Todos son Dios. Desarrollen esta confianza.

(Bhagavan cantó dos bhajans, “Prema mudita manase kaho” y “Hari Bhajana bina..” y luego continuó con Su discurso)

Ustedes dicen, “Quiero paz, quiero paz, quiero felicidad.” ¿Dónde están esta paz y esta felicidad? Están disponibles únicamente en Hari Bhajana (el cantar la gloria de Dios). Tendrán paz y felicidad sólo cantando la gloria del Divino Nombre. No pueden obtenerse en ninguna tienda. “Hari Bhajana bina sukha shanti nahin…” La paz y la felicidad deben brotar del manantial interno de su propio corazón. Si desean tener paz, felicidad y bienaventuranza, contemplen en el Divino Nombre en su corazón. ¡Sean felices!

Fuente: Extracto del Discurso Divino pronunciado por Bhagavan Baba el 25/12/2008. Publicado por Sanatana Sarathi, Febrero de 2009