GRACIA Y AMOR – Dr. Ravi Pillay – Agosto 20, 2015

      Comentarios desactivados en GRACIA Y AMOR – Dr. Ravi Pillay – Agosto 20, 2015
GRACIA Y AMOR
 
Dr. Ravi Pillay
Agosto 20, 2015
 
El Dr. Ravi Pillay es hijo del Dr. V.K. Pillay, el instrumento utilizado por Swami para construir el Complejo Residencial de Enfermeras Sai Manonmani en el Instituto de Ciencias Médicas Superiores Sri Sathya Sai, Prasantigram, Puttaparthi. El Dr. Ravi Pillay es un cirujano ortopédico en ejercicio en Singapur. Él, su esposa la Sra. Shyamini y sus tres hijos son ardientes devotos de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba.
 
~
 
En 2011, un grupo de devotos en Singapur escuchó que la Misión de Swami se estaba expandiendo a lugares remotos de la India. En Gulbarga se estaba construyendo un gran campus educativo. Al mismo tiempo, en Raipur, Chhattisgarh, se estableció el tercer Hospital de Super Especialidades, el Sri Sathya Sai Sanjeevani Hospital, dedicado a la cirugía pediátrica (infantil) del corazón. Los devotos singapurenses estaban encantados de saber que estas magníficas instituciones estaban llevando a cabo el trabajo de Swami de elevar a la humanidad.
 
Fue en noviembre de 2012 que Swami me hizo conciente de Su forma Sutil. Las aperturas de la escuela en Gulbarga y del nuevo hospital en Raipur estaban programadas con una semana de diferencia, pero debido a los compromisos de trabajo, decidí asistir sólo a la primera y regresar a Singapur. A mi llegada a casa, Swami me llamó para que volviera a la India. Este fue el momento de mi primera ‘visión interior’ (Inner View) con nuestro Señor en Raipur. Para hacerme conciente de Su presencia, reveló instancias de nuestras interacciones durante los momentos en que nos entrevistó a mí y a mi familia en Puttaparthi. Simultáneamente, antes de que pudiera hacerle una pregunta, me dio la respuesta. También me aconsejó sobre un evento futuro en particular que sucedió como Él lo había querido. Estas revelaciones de mi pasado, presente y futuro fueron una declaración de Su divina forma Sutil. Lo que fue más importante es que la atmósfera de serenidad, amor y felicidad durante el ‘encuentro’ no era diferente de la de las entrevistas con las que Swami me agració cuando estaba en Su forma física.
 
Bhagavan decidió visitar Singapur en junio de 2014 en Su camino a los Estados Unidos y Canadá. Cuando llegó a mi casa, me explicó que uno de los propósitos de la visita a Singapur era cumplir tres promesas que le había hecho a mi padre hacía muchos años.
 
En los años 80, tres devotos singapurenses querían construir un edificio dedicado a Swami en Singapur para que todas las actividades Sai pudieran llevarse a cabo en un solo lugar. Swami aprobó el proyecto y el Centro Sai fue construído en el 133 de Moulmein Road. Recuerdo claramente que mi padre fue a Puttaparthi e invitó a Swami para la inauguración. Swami aceptó la invitación y le dijo a mi padre que visitaría Singapur, el Centro Sai y la clínica de mi padre en el Hospital Mount Elizabeth.
 
Cuando Swami (en Su forma Sutil) me dijo las tres promesas hechas hace tantos años, me reveló a mí y a mi familia que nuestro querido Señor nunca olvida y siempre mantiene Su palabra, conforme Su tiempo.
 
Al día siguiente (junio de 2014) cuando estaba llevando a Swami a la clínica de mi padre, nos detuvimos en el semáforo de Newton Circus. Swami me preguntó, «¿Dónde está el Centro Sai?» Me quedé atónito, ya que este era el punto más cercano al Centro Sai a lo largo de la ruta que estaba conduciendo. Este fue de nuevo otro ejemplo de Su omnisciencia. Después de visitar la clínica, Swami quiso ver el Centro Sai. Conduje hasta allí; Él vio el edificio desde afuera y dijo que ya había estado dentro.
 
La tercera visita de Swami a Singapur fue por cuatro días en septiembre de 2014. Él quería ver y hablar con tantos devotos como fuera posible. Los Satsangs diarios se celebraron en cuatro casas donde se reunieron unos 700 devotos durante los cuatro días (en las casas de Ravinder Singh, Uma Shankar, Thiagarajan y Kishore Parikh). Fue sólo Su Gracia la que cumplió mi anhelo interior de poder llevarlo a estos hogares. La forma Sutil de Swami no necesita ser llevada a ningún lado. Es sólo para dar alegría a Sus devotos que Él hace esto. La misma emoción del corazón y el sentimiento de éxtasis llenó a todos cuando vieron que el coche de Swami se acercaba, como siempre había sido antes, cuando estaba en la forma física. Cada familia bendecida se regocijó al abrirle la puerta del auto, tomar Sus bendiciones y escoltarlo a sus casas. Muchos devotos sintieron la presencia divina del Avatar y se llenaron de dicha al escuchar Sus divinos discursos.
 
En el último día, Él dio un discurso a 220 devotos en la casa de un ardiente devoto, Sri Kishore Parikh. También dio «visiones internas» (Inner Views) a algunos y vio a dos viejos amigos de mi padre que eran muy activos en el Centro Sai de Singapur durante los primeros días. Habiendo tenido muchos encuentros con Swami en Puttaparthi, pudieron conectarse inmediatamente con la sutil presencia divina de Bhagavan.
 
En el camino de regreso en el coche, Swami me preguntó: «¿Dónde está el tercer hombre?» Estaba confundido, sin saber a qué se refería. Entonces dijo: «El chino». Sólo cuando escuché esto me di cuenta de que Swami aludía al Profesor Yeoh, que fue el principal instrumento utilizado por Él para construir el Centro Sai. Sólo el Avatar puede conocer todos estos detalles. Está más allá de la capacidad de cualquier ser humano. Swami me dijo que le informara al Prof. Yeoh que quería encontrarse con él la próxima vez. En diciembre de 2014, durante la cuarta visita de Swami a Singapur, el Prof. Yeoh tuvo una muy bienaventurada ‘entrevista’ con el Señor.
 
El Avatar no tiene comienzo ni tampoco tiene fin. Su obra es Eterna. Durante los últimos dos años y medio ha llevado Su misión a un nivel nunca visto cuando estaba en la Forma Física. Las escuelas y hospitales ya establecidos y los que vendrán son en verdad un testimonio de la Gloria de nuestro Señor.
 
En la Santa Biblia, Jesús dijo al apóstol Tomás en el momento de Su resurrección, «Bienaventurados los que no han visto pero han creído». Es por Su gracia que no vemos sino que creemos. Es el mismo amor que se deslizaba en las arenas de Puttaparthi y que ahora está esparciendo el amor divino por todas partes.
 
Gracias Swami, por Tu infinita Gracia y Amor.
 
Fuente: Sai Vrinda